Después de media mañana ocupada con algunas tareas de trabajo, nos lanzamos a explorar Essen bajo un cielo despejado y un sol radiante. El día prometía ser perfecto para descubrir los encantos al aire libre de esta fascinante ciudad alemana.
Zollverein: La catedral de la industria #
Nuestro primer destino fue Zollverein, un lugar que merece una mención especial en cualquier visita a Essen. Este complejo industrial, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001, es un testimonio impresionante del pasado minero de la región del Ruhr.
Zollverein fue en su día la mina de carbón más grande y moderna del mundo. Construida en 1847, alcanzó su apogeo en la década de 1930 con la construcción del famoso Shaft 12, diseñado en estilo Bauhaus. La mina cerró en 1986, pero lejos de caer en el olvido, se transformó en un monumento cultural de importancia internacional.
Lo que hace a Zollverein verdaderamente especial es su arquitectura. El complejo es un ejemplo sobresaliente del movimiento modernista en la arquitectura industrial. El diseño de Shaft 12, obra de los arquitectos Fritz Schupp y Martin Kremmer, es particularmente impresionante. Su estructura de acero, con sus líneas limpias y su enfoque funcional, encarna perfectamente el espíritu de la era industrial.
Durante nuestra visita, quedamos impresionados por la escala monumental de las instalaciones. Las enormes torres de extracción, los edificios de máquinas y las cintas transportadoras forman un paisaje industrial fascinante. Es fácil imaginar el bullicio y la actividad que alguna vez llenaron este lugar.
Uno de los aspectos más interesantes de Zollverein es cómo se ha adaptado para su uso moderno. El antiguo edificio de lavado de carbón ahora alberga el Museo del Ruhr, que cuenta la historia de la región. La sala de calderas se ha convertido en un espacio para eventos culturales. Incluso hay una piscina al aire libre instalada en un antiguo depósito de carbón, un uso creativo del espacio que simboliza la transformación de la zona.
A lo largo de nuestro recorrido, nos encontramos con varias instalaciones artísticas y esculturas dispersas por el complejo. Estas piezas contemporáneas contrastan de manera interesante con la arquitectura industrial, creando un diálogo fascinante entre el pasado y el presente.
Aunque no entramos en ninguno de los museos interiores, pasamos entre tres y cuatro horas paseando entre los pabellones, maravillándonos con la grandiosidad de las estructuras y capturando innumerables fotos. Cada rincón de Zollverein parece contar una historia, y el juego de luces y sombras creado por el sol de la tarde sobre las estructuras de acero proporcionó oportunidades fotográficas espectaculares.
La transformación de Zollverein de complejo industrial a centro cultural es un ejemplo perfecto de cómo el patrimonio industrial puede ser preservado y reinventado para las generaciones futuras. Es un lugar donde la historia, la arquitectura y el arte contemporáneo se encuentran de una manera única, ofreciendo a los visitantes una experiencia verdaderamente memorable.
Un almuerzo tardío y una aventura inesperada #
Después de nuestra extensa visita a Zollverein, regresamos al centro de la ciudad para un almuerzo tardío. Con el buen tiempo animándonos, decidí que sería una buena idea visitar Villa Hügel. Aunque sabía que no llegaríamos antes de la hora de cierre a las 18:00, pensé que al menos podríamos visitar los jardines. Lamentablemente, descubrimos que tampoco los jardines están abiertos después de esa hora.
Aquí es donde nuestra aventura tomó un giro inesperado. Confiando en Google Maps para llegar a Villa Hügel, seguimos la ruta sugerida que nos llevó a tomar el tranvía 107 hasta la zona de Bredeney. En retrospectiva, esta no era ni la ruta más corta ni la más cómoda para llegar a nuestro destino. Sin embargo, este "error" resultó ser una bendición disfrazada.
Un paseo por Kruppwald #
Al bajarnos del tranvía en Bredeney, nos encontramos al pie de una colina cubierta de bosque. Este es el Kruppwald, un extenso bosque que rodea Villa Hügel y que una vez fue propiedad privada de la familia Krupp. Decidimos aprovechar la oportunidad y dar un paseo por este hermoso entorno natural.
El Kruppwald resultó ser un descubrimiento maravilloso. Los senderos serpenteantes nos llevaron a través de un denso bosque de hayas, robles y otras especies nativas. La luz del sol de la tarde se filtraba a través del dosel de hojas, creando un ambiente casi mágico. El aire fresco y el silencio del bosque ofrecían un contraste refrescante con el paisaje industrial que habíamos explorado más temprano en Zollverein.
Durante nuestro paseo, nos encontramos con varios miradores que ofrecían vistas impresionantes sobre el valle del Ruhr y el lago Baldeneysee. Estas vistas panorámicas nos permitieron apreciar la belleza natural de la región y entender mejor la geografía de Essen.
Aunque no pudimos visitar Villa Hügel como habíamos planeado inicialmente, el paseo por Kruppwald resultó ser una experiencia igualmente enriquecedora. Nos permitió experimentar de primera mano la importancia de los espacios verdes en una región históricamente dominada por la industria.
Descubriendo Baldeneysee #
Nuestra caminata por Kruppwald nos llevó naturalmente hacia Baldeneysee, un hermoso lago artificial creado en la década de 1930 como parte del río Ruhr. Este oasis urbano es un lugar popular entre los lugareños para actividades recreativas como navegar, remar y caminar.
Baldeneysee no solo es un lugar de recreo, sino también un importante regulador del caudal del río Ruhr y una fuente de agua potable para la región. Sus orillas están bordeadas por exuberantes bosques y senderos pintorescos, ofreciendo vistas espectaculares y un refugio tranquilo de la vida urbana.
Durante nuestro paseo por la orilla del lago, tuvimos la oportunidad de ver la impresionante presa de Baldeneysee. Esta estructura, construida entre 1931 y 1933, no solo ayuda a controlar el nivel del agua del lago, sino que también alberga una central hidroeléctrica.
Uno de los aspectos más interesantes de la presa son sus elevadores para peces. Estos ingenios de ingeniería permiten a varias especies de peces, incluyendo salmones y truchas, navegar río arriba para desovar. Los elevadores funcionan como "ascensores" para peces, llevándolos desde el nivel inferior del río hasta el lago, permitiendo así la migración natural de estas especies. Es un excelente ejemplo de cómo la infraestructura moderna puede coexistir con y apoyar los ecosistemas naturales.
Nuestro paseo por la orilla del lago hasta la estación de Essen Werden fue verdaderamente encantador. El reflejo del sol poniente en las aguas tranquilas del lago creó un espectáculo visual impresionante, proporcionando un final perfecto para nuestra exploración.
En la estación de Essen Werden hicimos un descubrimiento útil: la línea de tren S1 ofrece una conexión mucho más rápida con el centro de la ciudad que la ruta que nos había sugerido Google Maps. Este conocimiento local resultó ser invaluable para el resto de nuestra estancia en Essen.
Final del día #
Cerramos nuestra jornada con un agradable paseo nocturno por la zona peatonal del centro de Essen. Las calles iluminadas y el ambiente animado fueron el broche perfecto para un día lleno de descubrimientos. Reflexionando sobre nuestras experiencias mientras caminábamos de regreso a nuestro Airbnb, nos dimos cuenta de cuánto habíamos visto y aprendido en un solo día.
Este tercer día en Essen nos regaló una mezcla perfecta de historia industrial, naturaleza urbana y la alegría de descubrir una ciudad a pie. Desde las imponentes estructuras de Zollverein hasta las tranquilas orillas de Baldeneysee, pasando por el inesperado pero encantador paseo por Kruppwald, Essen demostró ser una ciudad llena de sorpresas y contrastes.
La jornada nos enseñó también una valiosa lección de viaje: a veces, los desvíos inesperados y los "errores" de navegación pueden llevarnos a descubrir joyas ocultas que no hubiéramos experimentado de otra manera. Nuestro paseo por Kruppwald, que no estaba en nuestros planes originales, resultó ser uno de los momentos más memorables del día.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
Esenciales Urbanos
A lo largo de mis viajes, he descubierto que cada ciudad tiene un latido único, una esencia que la define. En 'Esenciales Urbanos', comparto contigo esos momentos y lugares que, para mí, capturan el alma de cada destino que he explorado.
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