Hoy teníamos por delante una ruta de algo más de 150 km para acercarnos desde Kobarid hasta las dos poblaciones más representativas de la escasa costa de Eslovenia: Koper y Piran.
La costa de Eslovenia está totalmente estrangulada entre Italia y Croacia, lo que deja escasos 40 km de litoral para el país. Pero antes de acercarnos a la costa teníamos planeada una última visita en los límites del parque nacional de Triglav: La Garganta de Tolmin.
La Garganta de Tolmin - Tolminska Korita #
Esta es la segunda garganta más famosa de Eslovenia, solo superada por la garganta de Vintgar en Bled. Es recomendable ir lo antes posible, ya que se limita la cantidad de gente que puede visitarla simultáneamente, por lo que en casos de abundante afluencia de público es posible que tengamos que esperar para entrar.
Para llegar a la Garganta de Tolmin tenemos que seguir una sinuosa carretera en cuyos últimos metros no hay espacio para más de un coche. Para evitar problemas han colocado un semáforo que impide que circulen vehículos en los dos sentidos de forma simultánea. Por lo tanto, aunque parezca que el semáforo tarda mucho en cambiar, hay que tener paciencia, porque es la única forma de garantizar que se pueda circular en el último tramo.
Como es habitual en Eslovenia, el aparcamiento a la entrada de la garganta es bastante limitado y en ocasiones tenemos que ser creativos a la hora de aparcar.
Para acceder a la garganta debemos pagar 5€ por persona y en la entrada te explican un poco cómo seguir el mapa, ya que en ocasiones hay que regresar por el mismo camino después de ver alguno de los puntos de interés para cerrar el círculo de la visita.
La garganta tiene 1 km de largo y 60 m de altura, siendo más corta y más abierta que la garganta de Vintgar. La verdad es que son escenarios muy diferentes y las dos gargantas tienen bastante poco en común, por lo que no debemos pensar que vista una ya conocemos la otra.
Koper #
Desde la Garganta de Tolmin tomamos carretera hasta llegar a la costa de Eslovenia. Nuestra primera parada era Koper, una ciudad portuaria situada justo al sur de la italiana Trieste.
Nuestro hostal para esta noche era Villa Domus, una residencia de reciente construcción con cocina incorporada en la habitación, buen precio y muy recomendable. Aunque llegamos un poco antes de la hora del check-in nos dejaron entrar a la habitación, por lo que aprovechamos para comer en ella y recuperar fuerzas para visitar la ciudad.
A pesar de ser una ciudad eminentemente portuaria, Koper tiene mucho encanto y atractivo, tanto en las calles históricas como en la zona más moderna del puerto deportivo.
En el casco histórico de Koper destaca la Plaza de Tito, donde se encuentra la Catedral de San Nazario con un gran campanario veneciano. En la misma plaza destacan el edificio de la Loggia, y el Palacio de los Pretores y de la Armería.
Además, recomiendo callejear sin prisa las calles que rodean esta plaza de Tito y descubrir pequeñas iglesias como la Iglesia de San Nicolás o la Iglesia de la Santísima Trinidad.
La zona del puerto deportivo de Koper es mucho más moderna y más enfocada a la actividad turística, con muchos bares y restaurantes y con un ambiente muy agradable.
A la derecha del puerto deportivo se encuentra la zona portuaria de pesca y comercial. Y un poco más al este encontramos una "playa urbana", que es en realidad unos jardines reconvertidos en improvisado solárium y una zona cerrada por corcheras donde nadar en el mar. Pero arena no encontramos por ninguna parte.
Piran #
Una vez visitado Koper volvimos a coger el coche para acercarnos a la joya eslovena del adriático: la ciudad de Piran, situada unos 20 km al sur de Koper y considerada como la ciudad más bonita de la costa eslovena.
El centro de Piran es peatonal, por lo que la mejor recomendación es dejar el coche en el parking disuasorio de las afueras y desde ahí acercarnos al núcleo urbano andando o en los autobuses gratuitos desde el parking. Eso sí, no esperéis un parking perfectamente organizado como en Venecia o así. En primer lugar, llegar al parking es bastante caótico y no está especialmente bien señalizado. Y el parking en sí mismo carece de cualquier sistema de señalización de plazas libres o de disponibilidad en cada piso. Además de todo ello, el precio del parking por hora es el más caro que hemos pagado en todo Eslovenia.
Fuimos andando hasta Piran para tener una mejor perspectiva del entorno que usando el autobús gratuito. Es un paseo muy sencillo por la costa de alrededor de 15 minutos.
Piran está construido en una península y está formado por una retícula imperfecta de calles peatonales estrechas, con muchísimo encanto y que trepan desde la costa hacia la colina.
Toda la ciudad puede recorrerse con tranquilidad y deteniéndose en los rincones en una sola tarde sin problemas. Dicen que tiene un gran sabor a Venecia, pero desde mi punto de vista se queda muy muy lejos de la magia de la ciudad italiana.
Plaza Tartini #
La Plaza Tartini es sin lugar a dudas el corazón de Piran. Es una plaza enorme hasta la que entra el mar formando un pequeño puerto para las embarcaciones. Cuenta con varios bares y restaurantes que reparten sus terrazas por la plaza y en ella se erige una estatua de Giuseppe Tartini; músico y compositor italiano.
Además de la casa de nacimiento de Tartini, en la plaza encontramos también el edificio porticado del ayuntamiento, los tribunales y la iglesia de San Pedro.
Iglesia de San Jorge de Piran #
Callejeando por la ciudad llegamos hasta la Iglesia de San Jorge, situada en la parte alta de la colina. Está construida con el estilo del renacimiento veneciano, y tiene una torre campanario de pago con unas vistas estupendas de la ciudad. De todas formas, sin llegar a subir al campanario, las vistas desde la plaza y los alrededores de la iglesia también son estupendas.
Las murallas de Piran #
Situadas en la parte más alta de la colina es necesario pagar para acceder a las mismas, pero sin duda merece muchísimo la pena, ya que las vistas de la ciudad son impresionantes. Se puede recorrer gran parte de la muralla por la parte superior y existen varias torres con diferentes niveles a los que se accede por escaleras estrechas y muy empinadas.
Recorrer las murallas es muy divertido, y es el punto perfecto para hacerte una idea totalmente clara de la forma de la ciudad de Piran, y ver cómo las calles se adentran en la península hacia el mar.
Iglesia y faro San Clemente de Piran #
Desde las murallas volvimos a descender callejeando hasta llegar a la punta más externa de la península. Tiene una forma curiosa, pero lo realmente importante es su ubicación, en el extremo de la península.
La "playa" de Piran #
A pesar de ser una ciudad costera, Piran no tiene una playa como tal. Se usa todo el paseo alrededor de la península como solárium y se han habilitado entradas y escaleras hacia el mar para que la gente pueda bañarse. Pero en realidad es un conjunto de rocas y de paseo marítimo reacondicionado como zona de playa.
De regreso a la Plaza Tartini cogimos el autobús gratuito de vuelta al parking y volvimos a nuestro alojamiento en Koper antes del anochecer para evitar recorrer la carretera de noche, ya que especialmente el tramo más cercano a Piran es estrecho, casi sin luz y con bastante mala señalización.
Es indudable que Piran es un pueblo realmente bonito. Sus calles estrechas y peatonales rezuman encanto y es un lugar radicalmente distinto al resto de Eslovenia. Sin embargo, personalmente me defraudó un poco. Tal vez iba con las expectativas demasiado altas porque todo el mundo la exalta y la denomina la "perla" eslovena del adriático. Creo que es un lugar que merece la pena visitar y dedicarle unas horas. Tal vez incluso cenar en algunos de los innumerables pequeños restaurantes con sabor italiano que inundan la ciudad. Pero no es un sitio que me haya llegado a cautivar.
Regreso a Koper #
De regreso a Koper cenamos en un restaurante de la zona del puerto deportivo y luego tomamos una copa en otro de los bares de la zona. Es una zona con muchísimo encanto (aunque muy enfocada al turista) y con numerosas opciones para comer, cenar y tomar algo.
Considero también que Koper es un lugar mejor que Piran para hacer noche, ya que además de ser mucho más barato te permite aparcar junto a tu hotel (algo imposible en las calles peatonales de Piran) y está mucho menos masificada de turistas.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
Esenciales Urbanos
A lo largo de mis viajes, he descubierto que cada ciudad tiene un latido único, una esencia que la define. En 'Esenciales Urbanos', comparto contigo esos momentos y lugares que, para mí, capturan el alma de cada destino que he explorado.
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