El día de hoy sería el más largo conduciendo, no tanto por la cantidad de kilómetros totales, sino por la calidad de las carreteras de montaña y las innumerables curvas que nos tocaba recorrer.
Recuperación de las maletas #
Comenzamos el día con una buena noticia. Por fin, el quinto día de nuestro viaje recibimos la llamada de que nuestras maletas habían llegado a su destino. Al margen de lo enorme de la demora, toda la gestión de la incidencia por parte de Adria Airlines fue más propia de una compañía tercermundista que de una empresa europea. Pero bueno, lo importante es que finalmente recuperaríamos nuestros enseres.
Quedamos con el repartidor del equipaje en una gasolinera cercana a Bled y que no se alejaba mucho de nuestra ruta del día y ya con nuestras bolsas en el maletero emprendimos el camino hacia la carretera de montaña más famosa de Eslovenia.
El paso Vršič #
El paso Vršič es la carretera más alta de Eslovenia y une Kranjska Gora (región de Gorenjska) con Bovec (región de Primorska). Nuestro planteamiento inicial era realizar una parada para visitar el pueblo de Kranjska Gora, pero nos habíamos entretenido bastante con el asunto de la recogida de las maletas, así que afrontamos la carretera directamente.
El paso Vršič se conoce también como la carretera de los rusos, ya que fueron 10.000 prisioneros rusos de la I Guerra Mundial los encargados de construirla.
Es un puerto de montaña de unos 50 km en total, en los que nos encontraremos numerosas curvas y pendientes, 50 curvas de herradura perfectamente numeradas y unas impresionantes vistas de la montaña. Muchas de las curvas de herradura están adoquinadas en lugar de asfaltadas para mejorar el agarre en malas condiciones meteorológicas.
Más allá de la calidad de la carretera, que no deja de ser un puerto de montaña, la mayor dificultad a la hora de conducirla es la gran cantidad de bicicletas que realizan el trayecto. Encontraremos infinidad de bicis a las que tendremos que adelantar pero armándonos de paciencia, ya que hay muchísimos tramos con visibilidad nula y curvas muy cerradas además de las famosas 50 curvas de herradura. Y debido a la pendiente las bicicletas llevan una velocidad muy baja, ya que pedalear esas cuestas es un esfuerzo titánico.
La capilla rusa: Ruska Kapelica #
Justo después de la curva 8 encontramos a la derecha un pequeño aparcamiento donde poder parar para visitar esta capilla. Es un aparcamiento muy pequeño, para una docena de vehículos aproximadamente, y se queda a todas luces pequeño para la afluencia de visitantes del lugar.
La capilla rusa es una pequeña edificación erigida como homenaje a los prisioneros rusos que murieron sepultados por la nieve durante la construcción de la carretera. Más allá de su historia, realmente el sitio no es especialmente bonito ni tiene otro interés o vistas de las montañas. Pero aún así resulta una parada casi obligada antes de seguir el ascenso.
El alto de Vršič (1.611 m) #
Continuamos la carretera y llegamos al punto más alto del recorrido. Antes de este punto hay muy poquitos lugares para parar el coche con seguridad y contemplar el paisaje. En ese sentido la carretera cumple sólo con una misión de paso de montaña, pero las autoridades eslovenas no han hecho ningún esfuerzo para adecuarla como una "carretera de montaña" con zonas de parada, miradores o incluso señalización de los principales picos visibles desde el camino.
En este punto más alto encontramos una especie de aparcamiento, aunque en realidad es un pequeño ancho en la carretera donde la gente aparca como y donde puede sin mucha organización. Aún así el estacionamiento es de pago. Básicamente hay dos zonas de aparcamiento separadas unos 100 m. La primera en el punto más alto de la carretera y otra un poquito más abajo.
El problema no es que el estacionamiento en el alto de Vršič sea de pago, sino que no está acondicionado ni señalizado correctamente. Con lo que en realidad estás pagando por un servicio nulo.
Las vistas desde el alto son muy bonitas, pero no impresionantes. Creo sinceramente que desde algunos puntos de la carretera de subida hemos dejado miradores con mejores panorámicas, pero que no pude disfrutar demasiado conduciendo, y con el resto del tráfico y las bicicletas.
Desde el alto surgen numerosas rutas de senderismo, la mayoría de varias horas de duración y que se escapaban a nuestros planes para el día. Desde la zona inferior del parking a la derecha sube una pequeña carretera y desde ahí un camino de unos 15 minutos nos lleva a un mirador hacia las montañas.
Desde aquí toca emprender el descenso hacia el otro lado del paso Vršič. Es una bajada bastante pronunciada así que, como en cualquier carretera de montaña, mejor circular en una marcha corta que abusar del freno durante el descenso.
Al llegar a la curva 48 a la izquierda podemos ver la estatua del escritor Julius Kugy, pero el espacio para detenerse es casi inexistente, limitándose a un par de coches.
Por lo tanto no queda más remedio que continuar el camino, ya que un poco más adelante existe una mejor alternativa para parar y realizar la visita.
El nacimiento del río Soča #
Justo en la curva 49 encontramos una carretera que sale a mano derecha atravesando un pequeño puente. Esa es la carretera que debemos tomar para acercarnos al nacimiento del río Soča, uno de los ríos más famosos de Eslovenia.
Seguimos esta carretera hasta llegar al final, donde hay un restaurante y un pequeño aparcamiento. Como ya es habitual el parking es insuficiente para la afluencia de visitantes de la zona, así que nos toca aparcar en uno de los lados de la carretera.
Desde aquí el camino hasta el nacimiento del río Soča lleva unos 15 minutos de ascenso entre una zona boscosa con el río discurriendo todo el tiempo a nuestra izquierda. En muchos puntos existen bajadas hacia el río para poder acercarnos al cauce del mismo. Estamos en agosto y el Soča lleva poquita agua. Imagino que en otros momentos resultará más impresionante.
A partir de este punto el camino no es recomendable para niños o personas no habituadas a caminar por montaña. Pero además el principal problema es la gran afluencia de gente que va y vuelve por el mismo sendero, complicando el apoyo de pies y el agarre al cable de seguridad. Finalmente no llegamos hasta el nacimiento propiamente dicho debido al colapso de personas, y nos conformamos con no ver el punto donde surge el agua realmente de la roca.
Monumento a Julius Kugy #
Volvemos al coche a retomar la carretera del paso Vršič que habíamos dejado a la altura de la curva 49. Continuamos por la carretera, y un poco más abajo, al pasar un puente sobre el río Soča y tras una curva sin numerar encontramos un parking bastante amplio a la derecha de la carretera. Este será nuestro punto de partida para los dos siguientes puntos de interés.
Aprovechamos para comer nuestro picnic en una de las mesas de la zona de aparcamiento y siguiendo unos 100 metros la carretera hacia abajo tomamos un sendero a la izquierda que cruza el río Soča por un puente colgante de madera.
Julius Kugy fue un alpinista y escritor esloveno que se quedó enamorado del parque del Triglav. Dedicó buena parte de su vida a recorrer esta zona de los Alpes y descubrió y marcó más de 50 nuevas rutas de acceso a las diferentes cumbres. En su honor se erigió esta estatua de forma que pudiera contemplar eternamente los montes de los que se enamoró.
El punto en el que está ubicado el monumento es francamente bonito, posiblemente el más bonito de toda la ruta del paso Vršič. Además no es un punto demasiado visitado, ya que parar en la curva 48 es muy complicado y el camino desde el parking implica 10 o 15 minutos de subida continuada. Es un lugar que transmite mucha paz y que merece la pena disfrutar.
La Garganta Mlinarica #
Desde el Monumento a Julius Kugy descendemos de nuevo hasta el puente colgante de madera sobre el Soča, y en lugar de cruzarlo continuamos de frente siguiendo las indicaciones de Korita Mlinarice. Al avanzar por el sendero hay carteles que nos avisan de posibles desprendimientos en la zona, ya que nos acercamos a una garganta bastante cerrada.
Al final del camino encontramos un mirador de madera desde el que podemos contemplar la garganta y una pequeña cascada que surge entre las rocas. Un entorno realmente bonito a un paseo de 10 minutos de distancia.
La cascada Boka #
Desde aquí volvemos al coche y retomamos la carretera dirección descendente hacia Bovec. Al cabo de un rato pasaremos por la última curva de herradura (la número 50), pero no os dejéis engañar. Todavía nos queda un largo trecho de carretera muy estrecha, con muchas curvas y sin el más mínimo arcén para aliviar un poco la sensación de opresión del terreno.
Al poco de pasar Bovec y justo antes de un puente con barandilla de piedra encontramos un pequeño parking a la izquierda de la carretera para visitar Boka, una de las cascadas más altas de Eslovenia. Como de costumbre el parking estaba a tope de coches y fue imposible aparcar, por lo que retrocedimos unos cientos de metros hasta el parking de un restaurante que acabábamos de pasar. Desde allí sale una senda que nos acerca hacia la cascada, para evitar tener que caminar por la carretera sin arcén.
El camino hasta la cascada Boka es bastante sencillo pero con bastante desnivel, recorriendo la parte izquierda del río según afrontamos la cascada. Aunque en verano no lleva mucha agua los 106 metros de altura de la cascada siguen siendo impresionantes.
Kobarid #
Una vez visitada la cascada Boka proseguimos nuestro viaje hacia el destino final de la jornada: Kobarid.
Kobarid es una pequeña ciudad de menos de 5.000 habitantes principalmente conocida por la famosa Batalla de Caporetto. En esta Batalla se produjo la retirada de las fuerzas italianas frente al imperio austrohúngaro en la I Guerra Mundial. El museo de la guerra de Kobarid se considera uno de los mejores museos dedicados a la I Guerra Mundial.
Por su situación es un pueblo lleno de alojamientos y empresas de turismo activo que ofrecen actividades como rafting y kayak en la zona. Debido a ello tiene una afluencia importante de turistas, aunque el pueblo en sí mismo no ofrece un gran atractivo.
Llegamos algo pasadas las 5 de la tarde y el museo de la Guerra cerraba a las 18h, por lo que pensamos que no valía la pena verlo deprisa y corriendo, a pesar de que teníamos curiosidad por ver qué ofrecía.
Ruta histórica de Kobarid Historical Trail #
Es una ruta circular de unos 5 km con salida y llegada en el pueblo de Kobarid y que nos acerca a algunos de los puntos más relevantes relacionados con la historia de Kobarid, la I Guerra Mundial y la Batalla de Caporetto.
Recorrer los 5 km de la Kobarid Historical Trail puede llevarnos entre 2,5 y 3 horas de caminata debido al desnivel y a las paradas en algunos puntos de interés.
El osario Italiano #
El primer punto de interés que encontramos en la Ruta histórica de Kobarid Historical Trail es el osario que alberga los restos de más de 7000 soldados italianos que perecieron durante la I Guerra Mundial. Es un monumento grandilocuente que fue inaugurado por Mussolini en el año 1938.
Tonocov Grad #
Después de superar un fuerte desnivel llegamos al punto más alto de la ruta donde se alzaba el Castillo Tonocov. Actualmente se encuentra totalmente en ruinas y apenas se conservan algunas piedras que formaban las murallas defensivas.
Desde este punto hay una bajada tremendamente fuerte que nos llevará hasta la garganta del río Soča y donde tendremos que cruzar la carretera que discurre paralela al río por la que llegamos en coche a Kobarid.
Las trincheras italianas #
Seguimos el camino y nos encontramos el recuerdo de las trincheras que servían como línea de defensa al ejército en la I Guerra Mundial. Aunque gran parte se han perdido, aún se puede observar el patrón circular de las trincheras y varias zonas de almacén o refugio.
La garganta del río Soča #
Seguimos bajando hasta llegar al río Soča cuyo nacimiento habíamos visitado unas horas antes. El entorno natural de esta garganta es espectacular y el color del río increíblemente verde.
La Cascada de Kozjak #
Al poco de cruzar el río nos encontramos la desviación que nos lleva a la que posiblemente sea la cascada más bonita de Eslovenia. No es la más alta, ni la más caudalosa, pero por el lugar donde está ubicada me dejó totalmente enamorado.
Para llegar a la cascada hay que seguir el camino señalado y al final de la garganta cruzar por una serie de escaleras y pasarelas de madera que nos llevan hasta el salto de agua, en una zona tan cerrada de la garganta que es básicamente una cueva. Para poder ver la cascada han habilitado un pequeño balcón de madera dentro de la cavidad sobre la piscina natural que forma el agua antes de seguir el curso del río.
Regreso a Kobarid #
Tras visitar la cascada volvemos a la ruta circular, que nos acerca de nuevo a Kobarid atravesando el puente de Napoleón.
Una vez el el pueblo nos tomamos un pequeño refrigerio en la terraza del bar Gotar Barbara Uršič, con un ambiente muy tranquilo y una iluminación tremendamente tenue. Desde ahí a nuestro apartamento a cenar y reponer fuerzas para el día siguiente.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
Esenciales Urbanos
A lo largo de mis viajes, he descubierto que cada ciudad tiene un latido único, una esencia que la define. En 'Esenciales Urbanos', comparto contigo esos momentos y lugares que, para mí, capturan el alma de cada destino que he explorado.
Descubre todos mis Esenciales Urbanos