Sevilla, capital de Andalucía, es una ciudad que embruja con su mezcla de historia, cultura y pasión. Sus calles empedradas, patios floridos y el aroma a azahar te transportan a otra época, mientras que su vibrante vida nocturna y su gastronomía te anclan en el presente más delicioso.
Prepárate para un viaje sensorial por una de las ciudades más cautivadoras de España.
1. Paseo por el Barrio de Santa Cruz #
El corazón del casco antiguo de Sevilla late en Santa Cruz. Piérdete por sus callejuelas estrechas y sinuosas, diseñadas para combatir el calor andaluz. Cada esquina te sorprenderá con un rincón encantador: patios llenos de macetas, plazuelas escondidas y balcones adornados con geranios.
No busques un destino concreto, simplemente déjate llevar y descubre la magia de este barrio judío medieval. A medida que caminas, imagina las historias que estas paredes han presenciado a lo largo de los siglos. Es fácil sentirse transportado en el tiempo mientras exploras este laberinto de calles pintorescas.
2. La Catedral y La Giralda #
Sí, es un clásico, pero no puedes venir a Sevilla y no visitar su imponente catedral gótica. Lo que más me gusta es subir a La Giralda al atardecer. La vista de la ciudad bañada en tonos dorados es simplemente espectacular. Además, el ascenso se hace por rampas en lugar de escaleras, lo que lo hace más llevadero.
Una vez dentro de la catedral, tómate tu tiempo para absorber la grandeza del espacio. La tumba de Cristóbal Colón y el imponente retablo mayor son imprescindibles. Aunque esta visita tiene un coste, vale cada céntimo por la riqueza histórica y artística que ofrece.
3. Un paseo por el Guadalquivir #
El río que dio vida a Sevilla merece tu atención. Camina por sus orillas desde el Puente de Triana hasta la Torre del Oro. En el camino, verás a los sevillanos haciendo deporte, parejas paseando y quizás hasta algún remero entrenando.
Si te apetece una pausa, siéntate en uno de los chiringuitos junto al río y disfruta de una caña bien fría. El atardecer es especialmente mágico aquí, con el sol reflejándose en las aguas del Guadalquivir y tiñendo el cielo de colores espectaculares. Es un momento perfecto para reflexionar sobre la importancia histórica de este río en el desarrollo de la ciudad.
4. Mercado de Triana #
Cruza el Puente de Isabel II y adéntrate en el barrio de Triana, cuna de artistas y ceramistas. Su mercado es una explosión de colores, olores y sabores. Pasea entre los puestos, charla con los vendedores y prueba algunas tapas en los bares del interior.
Mi consejo: no te pierdas las aceitunas aliñadas, son una delicia. También es un lugar excelente para comprar productos locales, desde frutas y verduras frescas hasta pescado recién traído de la costa. Si tienes la oportunidad, pregunta a los vendedores sobre la historia del mercado; muchos llevan generaciones trabajando aquí y tienen historias fascinantes que contar.
5. Plaza de España #
Prepárate para quedar boquiabierto. Esta plaza semicircular, con su mezcla de estilos arquitectónicos, es un espectáculo visual. Dedica tiempo a observar los azulejos que representan las provincias españolas, cada uno contando una pequeña historia del lugar.
Si te animas, alquila una barca para remar en el canal que rodea la plaza. Es una forma divertida y relajante de apreciar la arquitectura desde una perspectiva diferente. Por la noche, iluminada, la plaza adquiere un aire mágico que no te puedes perder. Los juegos de luces y sombras crean una atmósfera casi de cuento de hadas.
6. Parque de María Luisa #
Justo al lado de la Plaza de España, este parque es el pulmón verde de Sevilla. Es el lugar perfecto para escapar del bullicio y el calor. Pasea bajo la sombra de árboles centenarios, descubre fuentes escondidas y, si tienes suerte, puede que te encuentres con alguno de los pavos reales que habitan el parque.
Un picnic aquí es una excelente idea para una tarde tranquila. Busca un banco junto a una de las muchas fuentes y disfruta del sonido relajante del agua. El parque también alberga varios museos, como el Museo de Artes y Costumbres Populares, perfecto para profundizar en la cultura andaluza si el calor aprieta demasiado para estar al aire libre.
7. Metropol Parasol (Las Setas) #
Esta estructura moderna en pleno centro histórico divide opiniones, pero a mí me fascina. Conocida popularmente como "Las Setas" por su forma, ofrece unas vistas panorámicas de la ciudad desde su mirador superior. Es una experiencia única caminar sobre estas enormes estructuras de madera mientras contemplas el casco antiguo de Sevilla.
Por la noche, iluminada, parece sacada de una película de ciencia ficción. En su base encontrarás un mercado y restos arqueológicos romanos y musulmanes. No dejes de visitar el nivel subterráneo, donde podrás ver estos restos a través de suelos de cristal, ofreciendo un contraste fascinante entre lo antiguo y lo moderno.
8. Tarde de tapeo en La Alameda #
Cuando cae la tarde, los sevillanos salen a tapear, y no hay mejor lugar para unirse a esta tradición que La Alameda de Hércules. Esta amplia avenida está llena de bares y terrazas donde podrás probar desde las tapas más tradicionales hasta fusiones modernas.
Mi recomendación: ve de bar en bar, probando una tapa y una bebida en cada uno. Así descubrirás la verdadera esencia del tapeo sevillano. No tengas miedo de probar algo nuevo; cada bar tiene su especialidad. Y recuerda, en Sevilla, la tapa no es solo comida, es una forma de vida y de socializar.
9. Archivo de Indias #
Para los amantes de la historia, este lugar es un tesoro. Aquí se guardan documentos que cuentan la historia del imperio español en América y Filipinas. Aunque suene árido, te sorprenderá lo fascinante que puede ser. Ver mapas antiguos, cartas de Colón o el Tratado de Tordesillas te transporta a la época de los grandes descubrimientos.
La entrada es gratuita, lo que lo convierte en una visita obligada para los interesados en la historia. El edificio en sí, con su arquitectura renacentista, es una obra de arte. Tómate tu tiempo para apreciar tanto el contenido como el continente, y no dudes en preguntar a los guías; su conocimiento y pasión por la historia son contagiosos.
10. Atardecer en el Puente de Triana #
Para terminar el día, nada mejor que ver el atardecer desde el Puente de Triana. A un lado, el barrio de Triana con su iglesia de Santa Ana; al otro, la silueta de la Giralda recortada contra el cielo. Los tonos cálidos del cielo reflejándose en el Guadalquivir crean una atmósfera mágica.
Es el momento perfecto para reflexionar sobre todo lo vivido en esta ciudad única. Quédate hasta que las luces de la ciudad empiecen a encenderse, creando un espectáculo de reflejos en el río. Si tienes suerte, podrías incluso escuchar a algún guitarrista callejero tocando flamenco, proporcionando la banda sonora perfecta para tu última noche en Sevilla.
Sevilla es una ciudad para vivirla con calma, sin prisas. Cada rincón esconde una historia, cada plaza invita a sentarse y observar la vida pasar. Déjate llevar por su ritmo, por su luz, por su gente. Te garantizo que, como dice el dicho, "Quien no ha visto Sevilla, no ha visto maravilla".
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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