Santa Cruz de Tenerife, la capital de la isla de Tenerife, es una ciudad vibrante y cosmopolita que combina perfectamente su ambiente relajado isleño con un dinamismo urbano que te sorprenderá.
Aquí, el azul del océano Atlántico se mezcla con calles llenas de historia, plazas bulliciosas y una naturaleza exuberante a la vuelta de la esquina. Santa Cruz es un lugar donde el ritmo de la vida es pausado, pero siempre hay algo que descubrir, ya sea paseando por sus avenidas o disfrutando de su rica gastronomía canaria.
Aquí te dejo algunas de las visitas y paseos que más disfruté durante mi estancia en la ciudad:
1. Parque García Sanabria #
Uno de los primeros lugares donde decidí pasear fue el Parque García Sanabria, un pulmón verde en medio de la ciudad. Este parque es un oasis de paz en medio del ajetreo urbano. Lo que más me gustó fue la diversidad de plantas tropicales que lo adornan, muchas de ellas etiquetadas con su nombre, lo que hace que el paseo sea también educativo.
No solo es un lugar ideal para caminar entre palmeras y fuentes, sino que también es perfecto para sentarse en un banco a leer o simplemente observar a la gente. En el centro del parque hay un enorme reloj floral que no puedes perderte. Además, si vas por la mañana, podrás ver a los locales haciendo ejercicio o disfrutando de un café en las pequeñas terrazas cercanas.
2. Plaza de España #
La Plaza de España es el corazón de Santa Cruz. Es una plaza grande, abierta, con una enorme laguna artificial en el centro, ideal para relajarse y tomar fotos con la amplia explanada y el puerto de fondo. Me encantó pasear por aquí en las primeras horas de la tarde, cuando el sol aún calienta, pero el viento que llega del mar refresca el ambiente.
Es uno de esos lugares donde siempre hay movimiento. Desde aquí puedes ver el ajetreo del puerto, los barcos entrando y saliendo, y las gaviotas revoloteando por el cielo. Además, es el punto de partida ideal para empezar a explorar el centro histórico de la ciudad. Alrededor de la plaza también hay varios monumentos, como el Monumento a los Caídos, que añade un toque histórico al entorno.
3. Mercado Nuestra Señora de África #
El mercado de Nuestra Señora de África es un lugar que no puedes perderte si te gusta sumergirte en la vida local. Este mercado es una explosión de colores, olores y sabores. Me encantó pasear entre los puestos de frutas exóticas, flores, quesos y productos locales. La arquitectura del mercado, con sus arcos y patios interiores, también le da un toque especial.
Aquí puedes probar delicias típicas como las papas arrugadas, el queso majorero o los gofios. Es un lugar perfecto para hacer una pausa y disfrutar de la gastronomía canaria. Además, el ambiente es vibrante, con gente local haciendo sus compras diarias y turistas curioseando entre los productos.
4. Paseo por la Rambla de Santa Cruz #
La Rambla de Santa Cruz es una avenida larga y ancha, ideal para un paseo relajado. Está rodeada de árboles y esculturas, lo que la convierte en un paseo muy agradable. Mientras caminaba por aquí, me encantó el ambiente tranquilo y a la vez dinámico de la ciudad. Por un lado, tienes cafés y restaurantes donde puedes parar a tomar algo, y por otro, galerías de arte y tiendas que te invitan a entrar.
Lo mejor de esta rambla es que conecta varios puntos de interés de la ciudad, por lo que puedes usarla como hilo conductor para descubrir otros rincones. En mi paseo, disfruté de la sensación de estar en una ciudad viva, pero sin el estrés de las grandes urbes.
5. El Auditorio de Tenerife #
Aunque el Auditorio de Tenerife es una de las estructuras más icónicas de la ciudad, lo mejor no es solo admirarlo de lejos, sino también caminar alrededor de él. La arquitectura moderna diseñada por Santiago Calatrava es impresionante, con esas formas curvas que parecen querer despegar hacia el cielo. Recuerdo haberme quedado un buen rato simplemente observándolo desde diferentes ángulos.
Lo mejor es acercarse al final del día, cuando la luz del atardecer resalta las líneas del edificio y el mar que lo rodea. Incluso si no entras a ver un espectáculo, el entorno del auditorio es ideal para pasear y disfrutar de las vistas del océano.
6. Playa de Las Teresitas #
Aunque Santa Cruz no es famosa por sus playas, la Playa de Las Teresitas es una auténtica excepción. A pocos kilómetros del centro, esta playa de arena dorada es perfecta para desconectar. Lo que más me gustó fue la tranquilidad de sus aguas, ya que está protegida por un rompeolas, lo que la hace ideal para nadar o simplemente flotar en el agua.
El paisaje es precioso, con las montañas de Anaga al fondo y las palmeras que bordean la playa. Es un lugar ideal para pasar una mañana o una tarde, relajándote bajo el sol o dando un paseo por la orilla. Además, el ambiente es muy local, con familias canarias que vienen a pasar el día.
7. Museo de la Naturaleza y Arqueología #
Este museo, conocido como MUNA, es una visita imprescindible para entender la historia natural y cultural de las Islas Canarias. Aunque tiene una pequeña entrada, merece la pena. Lo que más me sorprendió fue la exposición dedicada a los guanches, los primeros habitantes de Tenerife. Las momias y los objetos arqueológicos expuestos te permiten adentrarte en la historia más antigua de la isla.
El edificio en sí es también impresionante, con su arquitectura colonial y sus patios interiores. Pasar un par de horas aquí es una buena manera de refugiarse del calor mientras aprendes sobre la geología, la fauna y la flora de Tenerife.
8. Barrio de El Toscal #
El Toscal es uno de esos barrios que respiran autenticidad. Pasear por sus calles es como viajar en el tiempo, con casas antiguas de colores desgastados, balcones de hierro forjado y calles estrechas donde apenas cabe un coche. Este es el tipo de lugar donde la vida parece discurrir a otro ritmo, más pausado y relajado.
Lo que más me gustó fue perderme por sus callejones sin rumbo fijo, descubriendo pequeños detalles en las fachadas y parándome en algún bar local para tomar un café. Aunque es un barrio menos turístico, es precisamente eso lo que lo hace tan especial.
9. Palmetum de Santa Cruz #
El Palmetum es un jardín botánico especializado en palmeras, situado en una colina con vistas al mar. Aunque tiene un pequeño coste de entrada, merece la pena visitarlo si te gustan los espacios verdes. Lo más sorprendente es que este jardín se ha creado sobre un antiguo vertedero, y ahora alberga una de las colecciones de palmeras más importantes del mundo.
Pasear por aquí es como hacer un viaje por los trópicos. El contraste entre la vegetación exuberante y el azul del océano es espectacular, y desde los miradores tienes unas vistas impresionantes de la ciudad y del Auditorio de Tenerife. Es un lugar ideal para desconectar del bullicio de la ciudad y disfrutar de la naturaleza.
10. La Alameda del Duque de Santa Elena #
La Alameda del Duque de Santa Elena es un pequeño pero encantador paseo arbolado situado junto al puerto. Es uno de esos lugares donde puedes sentarte en un banco y simplemente disfrutar del ambiente, viendo cómo la ciudad se mueve a tu alrededor. Lo que más me gustó fue la tranquilidad del lugar, a pesar de estar tan cerca del centro.
Es un espacio que invita a la calma, perfecto para descansar después de una jornada de exploración. Además, la cercanía con el puerto le da un aire fresco, con la brisa del Atlántico siempre presente.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
Últimos itinerarios publicados
Escribiendo sobre algunos de los sitios que he conocido a lo largo de estos años, y soñando con todo lo que aún me queda por viajar y descubrir
Descubre Bilbao
Bienvenido a mi Bilbao, una ciudad que reinventa su pasado industrial en un presente lleno de arte, sabor y sorpresas. Aquí encontrarás rutas, paseos y eventos tanto de Bilbao como de sus alrededores