Rotterdam, la segunda ciudad más grande de los Países Bajos, es un testimonio vivo de la resiliencia y la innovación. Tras ser casi completamente destruida durante la Segunda Guerra Mundial, esta urbe se ha reinventado como un centro de arquitectura moderna y cultura vanguardista.

Su skyline futurista, sus puentes icónicos y su espíritu portuario la convierten en un destino único que merece la pena descubrir.

Mercado Markthal #

El Markthal es, sin duda, uno de los lugares más sorprendentes de Rotterdam. Este mercado cubierto, inaugurado en 2014, es mucho más que un simple lugar para comprar alimentos frescos. Su impresionante estructura en forma de herradura, con un techo abovedado cubierto de coloridos murales, te dejará boquiabierto.

Recorrer sus pasillos es una experiencia sensorial única. El aroma de las especias, el bullicio de los vendedores y la vista de los puestos repletos de productos locales e internacionales te transportarán a un mundo de sabores y culturas. No dejes de probar alguna de las especialidades locales, como el haring (arenque crudo) o los stroopwafels recién hechos.

Casas Cubo #

Prepárate para desafiar tu percepción de la arquitectura tradicional. Las Casas Cubo, diseñadas por Piet Blom en los años 70, son un conjunto de viviendas que parecen sacadas de un cuento surrealista. Estas estructuras inclinadas 45 grados y apoyadas sobre un hexágono representan un árbol abstracto, creando un "bosque urbano" en pleno centro de la ciudad.

Lo más fascinante es que estas casas están habitadas. Mientras paseas entre ellas, imagina cómo sería vivir en un espacio tan peculiar. Si la curiosidad te puede, no dudes en visitar la Casa Cubo Museo, donde podrás explorar el interior de una de estas viviendas y entender mejor su distribución y funcionalidad.

Puente Erasmus #

El Puente Erasmus, conocido cariñosamente como "El Cisne" por su elegante silueta, es uno de los símbolos más reconocibles de Rotterdam. Este puente atirantado, que cruza el río Nuevo Mosa, no solo es una obra maestra de la ingeniería, sino también un espectáculo visual.

Mi consejo es que lo visites tanto de día como de noche. Durante el día, podrás apreciar su majestuosa estructura blanca contrastando con el azul del cielo y el agua. Pero es al anochecer cuando el puente cobra vida de verdad, iluminándose con un juego de luces que lo convierte en una verdadera obra de arte. Cruzarlo a pie o en bicicleta te regalará unas vistas panorámicas impresionantes de la ciudad y su puerto.

Euromast #

Si buscas las mejores vistas de Rotterdam, no hay mejor lugar que la Euromast. Esta torre de observación de 185 metros de altura te ofrece una perspectiva única de la ciudad y su puerto. Aunque la entrada tiene un coste, la experiencia vale cada céntimo.

El ascensor de cristal te llevará hasta la plataforma de observación en cuestión de segundos, pero la verdadera aventura comienza cuando llegas arriba. La vista panorámica de 360 grados te permitirá apreciar el contraste entre la arquitectura moderna del centro y las zonas más tradicionales de la periferia. Si eres de los que buscan emociones fuertes, no dejes de probar el "Euroscoop", una cápsula giratoria que te elevará hasta lo más alto de la torre.

Paseo por el Puerto Viejo #

El Puerto Viejo (Oude Haven) es el corazón histórico de Rotterdam y un recordatorio de los orígenes marítimos de la ciudad. Este pintoresco rincón, rodeado de edificios restaurados y modernos bares y restaurantes, es el lugar perfecto para sumergirse en la atmósfera más auténtica de la ciudad.

Me encanta pasear por sus muelles, observando los barcos históricos que aún se conservan y que contrastan con los edificios de diseño vanguardista que los rodean. Es fascinante ver cómo Rotterdam ha sabido integrar su pasado marítimo con su presente moderno. Al atardecer, las terrazas de los cafés se llenan de vida, ofreciendo el escenario perfecto para disfrutar de una cerveza local mientras contemplas el reflejo de las luces en el agua.

Museo Boijmans Van Beuningen #

Aunque actualmente el edificio principal está cerrado por renovaciones, no puedes perderte la joya de la corona del arte en Rotterdam: el Depot Boijmans Van Beuningen. Este impresionante edificio espejado, con forma de cuenco invertido, es el primer almacén de arte del mundo abierto al público.

La experiencia de visitar el Depot es única. A diferencia de un museo tradicional, aquí puedes ver toda la colección, no solo las obras seleccionadas para exposición. Es fascinante observar cómo se almacenan y conservan las piezas de arte. Además, las vistas desde la azotea son espectaculares. Es como un viaje tras bambalinas al mundo del arte que te hará apreciar aún más las obras maestras que alberga.

Delfshaven #

Si buscas un respiro de la modernidad de Rotterdam, Delfshaven es tu destino. Este encantador barrio, milagrosamente salvado de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, te transportará al pasado de la ciudad con sus canales, molinos de viento y casas históricas.

Pasear por sus estrechas calles adoquinadas es como viajar en el tiempo. No dejes de visitar la iglesia de los Padres Peregrinos, desde donde zarparon los primeros colonos hacia América. Y si te apetece una pausa, los acogedores cafés y cervecerías artesanales del barrio son el lugar perfecto para recargar energías. Personalmente, me encanta sentarme en una terraza junto al canal y observar cómo la vida transcurre a un ritmo más pausado en este rincón de la ciudad.

Parque Het Park #

En medio del bullicio urbano, Het Park ofrece un remanso de paz y verdor. Este extenso parque, diseñado en el siglo XIX, es el pulmón verde de Rotterdam y el lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza.

Me encanta perderme por sus senderos serpenteantes, descubriendo pequeños estanques, jardines de rosas y esculturas modernas dispersas por el parque. En verano, no hay nada mejor que hacer un picnic en sus amplios prados o disfrutar de uno de los muchos eventos culturales que se organizan al aire libre. Y si viajas con niños, el parque cuenta con varias áreas de juego que harán las delicias de los más pequeños.

Witte de Withstraat #

Si quieres sumergirte en la escena cultural más vibrante de Rotterdam, la calle Witte de Withstraat es tu destino. Esta arteria urbana, repleta de galerías de arte, tiendas de diseño, cafés trendy y restaurantes de moda, es el epicentro de la vida bohemia de la ciudad.

Lo que más me gusta de esta calle es su ambiente ecléctico y siempre cambiante. Cada vez que la visito descubro algo nuevo: una exposición de arte callejero, un pop-up store con creaciones de diseñadores locales o un nuevo bar de cócteles escondido en un callejón. Es el lugar perfecto para pasar una tarde explorando, haciendo compras originales o simplemente sentándote en una terraza a observar el ir y venir de locales y turistas.

Paseo en Watertaxi #

Para terminar tu visita a Rotterdam, no hay mejor manera que verla desde una perspectiva diferente: desde el agua. Los watertaxis de Rotterdam no son solo un medio de transporte, sino una atracción en sí mismos. Estas pequeñas y rápidas embarcaciones te permiten recorrer los canales y el puerto de la ciudad de una forma única y emocionante.

El rugido del motor, el viento en la cara y la adrenalina de surcar las aguas a toda velocidad hacen que sea una experiencia inolvidable. Además, es una forma genial de ver los iconos arquitectónicos de la ciudad desde un ángulo diferente. Mi ruta favorita es la que va desde el Hotel New York hasta el Euromast, pasando por debajo del Puente Erasmus. Es la guinda perfecta para tu visita a esta fascinante ciudad.