Roma, capital de Italia, es una metrópolis que respira historia en cada esquina. Con más de 2.700 años de antigüedad, esta ciudad ha sido testigo del nacimiento y caída de uno de los imperios más grandes de la historia.
Hoy en día, Roma es un fascinante crisol donde lo antiguo y lo moderno se fusionan de manera única, ofreciendo al visitante una experiencia inolvidable.
El Coliseo: Un viaje al pasado #
El Coliseo es, sin duda, el símbolo por excelencia de Roma. Aunque su visita tiene un coste, vale cada céntimo. La primera vez que lo vi, quedé boquiabierto ante su imponente estructura. Me fascinó imaginar cómo sería en su época de esplendor, lleno de miles de romanos vociferantes.
Lo que más me impresionó fue la ingeniería detrás de su construcción. ¿Sabías que podía ser inundado para representar batallas navales? Es increíble pensar en la complejidad de su diseño, considerando que fue construido hace casi 2000 años.
Mi consejo es que reserves con antelación para evitar las largas colas. Si puedes, opta por una visita guiada. Los guías suelen contar anécdotas fascinantes que dan vida a las ruinas y te ayudan a comprender mejor la magnitud de lo que estás viendo.
Paseo por el Trastevere: El corazón bohemio de Roma #
El barrio del Trastevere es, en mi opinión, uno de los lugares con más encanto de Roma. Sus callejuelas estrechas y adoquinadas, sus fachadas de colores pastel y sus plazas llenas de vida te transportan a otra época.
Lo mejor es perderse sin rumbo fijo. En cada esquina encontrarás una sorpresa: puede ser un pequeño restaurante familiar, una tienda de artesanía o una iglesia escondida. Yo descubrí una pequeña trattoria donde probé la mejor pasta alla carbonara de mi vida.
Por la noche, el Trastevere cobra vida. Sus plazas se llenan de gente, tanto locales como turistas, creando un ambiente festivo y acogedor. Si tienes la oportunidad, siéntate en una terraza en la Piazza di Santa Maria in Trastevere y disfruta del espectáculo. Es una experiencia que no tiene precio.
La Fontana di Trevi: Un deseo bajo las estrellas #
La Fontana di Trevi es otro de los iconos de Roma. Durante el día está siempre abarrotada de turistas, pero te recomiendo que la visites de noche. Es una experiencia completamente diferente.
Recuerdo la primera vez que la vi iluminada. El contraste entre el mármol blanco y el agua azulada bajo las luces nocturnas crea una atmósfera casi mágica. El sonido del agua cayendo tiene un efecto relajante que contrasta con el bullicio diurno.
No olvides lanzar una moneda por encima del hombro izquierdo. Según la tradición, esto asegura tu regreso a Roma. Yo lo hice en mi primera visita y, bueno, aquí estoy de nuevo escribiendo sobre ello. ¿Coincidencia? Quién sabe...
El Panteón: La cúpula perfecta #
El Panteón es, en mi opinión, una de las maravillas arquitectónicas más impresionantes del mundo. Aunque su visita ha dejado de ser gratuita sigue mereciendo la pena.
Lo que más me impactó fue su cúpula. Con casi 2000 años de antigüedad, sigue siendo la cúpula de hormigón sin reforzar más grande del mundo. El óculo central, esa abertura circular en lo alto de la cúpula, crea un efecto de luz fascinante.
Cuando era gratuito, me gustaba visitar el Panteón en diferentes momentos del día. La luz que entra por el óculo cambia constantemente, creando diferentes atmósferas. Si tienes suerte y coincide con un día de lluvia, podrás ver cómo el agua cae directamente dentro del edificio, creando un espectáculo único.
Mercado de Campo de' Fiori: Un festín para los sentidos #
Si quieres experimentar la auténtica vida cotidiana romana, no puedes perderte el mercado de Campo de' Fiori. Cada mañana, excepto los domingos, esta plaza se llena de puestos de frutas, verduras, flores y productos típicos.
Lo que más me gusta de este mercado es su ambiente. Los vendedores vocean sus ofertas, los olores de las especias y las flores frescas se mezclan en el aire, y los colores de las frutas y verduras crean un espectáculo visual impresionante.
Mi consejo es que compres algo para picar. Yo siempre me llevo un poco de focaccia recién horneada y algunas frutas de temporada. Luego, busco un lugar tranquilo cerca para sentarme y disfrutar de mi pequeño festín mientras observo el ajetreo de la ciudad.
Paseo por el Aventino: Vistas secretas de Roma #
El Aventino es una de las siete colinas de Roma y, en mi opinión, una de las menos conocidas por los turistas. Es un barrio residencial tranquilo, lleno de elegantes villas y jardines bien cuidados.
Lo que hace especial al Aventino es su mirador secreto. En la Piazza dei Cavalieri di Malta hay una puerta con un pequeño agujero. Si miras a través de él, verás una vista perfectamente enmarcada de la cúpula de San Pedro. Era uno de esos secretos de Roma que, una vez descubiertos, se propagan como la pólvora en Instagram.
Después de disfrutar de esta vista única, te recomiendo que des un paseo por los Jardines de los Naranjos. Desde allí tendrás una panorámica espectacular de toda Roma. Es el lugar perfecto para ver la puesta de sol sobre la ciudad eterna.
La Boca de la Verdad: Entre la leyenda y la diversión #
La Boca de la Verdad (Bocca della Verità) es una de esas atracciones que combinan historia y leyenda. Se trata de un antiguo disco de mármol con un rostro tallado y una boca abierta, ubicado en el pórtico de la iglesia de Santa Maria in Cosmedin.
Según la leyenda, si mientes mientras tienes la mano dentro de la boca de la escultura, esta se cerrará cortándotela. Aunque hoy en día sabemos que es solo un mito, sigue siendo divertido probarlo.
Lo mejor de esta visita es ver las reacciones de la gente. Algunos se acercan con valentía, otros con cierto temor. Yo me reí mucho viendo cómo mi amigo dudaba antes de meter la mano, a pesar de saber que era inofensiva. Es una parada divertida y diferente en tu recorrido por Roma.
Catacumbas de San Calixto: Un viaje subterráneo #
Las Catacumbas de San Calixto ofrecen una experiencia única y algo escalofriante. Estos antiguos túneles subterráneos sirvieron como lugar de enterramiento para los primeros cristianos de Roma.
La visita es guiada y, aunque tiene un coste, merece la pena. Lo que más me impresionó fue la sensación de estar caminando por la historia. Los estrechos pasillos, las tumbas excavadas en la roca y los antiguos frescos crean una atmósfera única.
Es un lugar que te hace reflexionar sobre la vida y la muerte, sobre la fe y la perseverancia. Además, es un alivio del calor romano en verano, ya que la temperatura en el interior es constante todo el año.
Aperitivo en el Pigneto: La Roma moderna #
Para terminar, te recomiendo que experimentes la Roma más moderna y alternativa en el barrio del Pigneto. Este barrio, antes obrero y ahora en pleno proceso de gentrificación, es el epicentro de la vida nocturna más cool de Roma.
Lo que más me gusta del Pigneto es su ambiente relajado y su oferta gastronómica. Aquí podrás disfrutar del famoso "aperitivo" italiano, una especie de happy hour donde por el precio de una bebida puedes disfrutar de un buffet de comida.
Mi lugar favorito es un pequeño bar con terraza donde sirven unos spritz excelentes. Sentarse allí al atardecer, rodeado de locales y con el bullicio de la calle de fondo, es la mejor manera de experimentar la Roma más auténtica y menos turística. Es el broche de oro perfecto para tu visita a la ciudad eterna.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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