Hong Kong
La ciudad donde Oriente y Occidente se funden en un abrazo vertiginoso
Hong Kong es una metrópolis fascinante que cautiva a primera vista. Esta antigua colonia británica, ahora región administrativa especial de China, es un cóctel embriagador de rascacielos futuristas y tradiciones milenarias.
Sus calles bulliciosas, mercados tradicionales y vistas panorámicas te transportan a un mundo donde el pasado y el futuro conviven en perfecta armonía. Prepárate para sumergirte en una experiencia única que despertará todos tus sentidos.
Paseo por el Tsim Sha Tsui Promenade #
El paseo marítimo de Tsim Sha Tsui es, sin duda, uno de mis lugares favoritos en Hong Kong. Recuerdo haber llegado allí al atardecer, justo cuando el sol comenzaba a ocultarse tras los imponentes rascacielos de la isla de Hong Kong. La vista es simplemente espectacular.
Caminando tranquilamente por el paseo, me sentí como en una película. A un lado, el bullicio de la ciudad; al otro, las tranquilas aguas del puerto de Victoria. Es un contraste fascinante que resume perfectamente la esencia de Hong Kong. No pude evitar detenerme cada pocos metros para sacar fotos y grabar en mi memoria esa postal única.
Mercado nocturno de Temple Street #
Adentrarse en el mercado nocturno de Temple Street es como sumergirse de lleno en el corazón palpitante de Hong Kong. El aroma de la comida callejera, las luces de neón y el bullicio de los vendedores y compradores crean una atmósfera electrizante que te atrapa desde el primer momento.
Recuerdo haber paseado entre los puestos, maravillándome con la variedad de productos: desde souvenirs típicos hasta curiosos artilugios electrónicos. Pero lo que más me llamó la atención fueron los puestos de los adivinos y los cantantes callejeros de ópera cantonesa. Es un espectáculo cultural que no tiene precio.
No pude resistirme a probar algunos dim sum en uno de los puestos callejeros. Aunque el lugar no parecía muy sofisticado, la comida estaba deliciosa. Es una experiencia culinaria que recomiendo a cualquiera que visite Hong Kong, aunque mejor alejarse un poco de las calles principales para obtener un mejor precio.
Subida al Victoria Peak #
La subida al Victoria Peak es una de esas experiencias que no se olvidan fácilmente. Decidí hacer el ascenso en el famoso funicular, el Peak Tram, y fue toda una aventura. La pendiente es tan pronunciada que por momentos parece que vas a caer hacia atrás. Pero la vista que te espera arriba compensa con creces cualquier momento de vértigo.
Una vez en la cima, el panorama que se despliega ante tus ojos es simplemente sobrecogedor. La bahía de Hong Kong, con sus rascacielos, el puerto y las islas circundantes, se extiende a tus pies como una maqueta gigante. Me pasé horas allí arriba, viendo cómo cambiaba la luz a medida que avanzaba el día.
Al caer la noche, el espectáculo se vuelve aún más impresionante. Las luces de la ciudad se encienden y todo Hong Kong brilla como un mar de estrellas. Es un momento mágico que te hace sentir pequeño ante la grandeza de la ciudad.
Travesía en el Star Ferry #
Cruzar el puerto de Victoria en el Star Ferry es como hacer un viaje en el tiempo. Este ferry, que lleva funcionando desde el siglo XIX, es una de las formas más pintorescas y económicas de disfrutar de las vistas de Hong Kong.
El trayecto es corto, apenas unos minutos, pero intenso. Recuerdo haber sentido la brisa marina en la cara mientras contemplaba el skyline de la ciudad. Por un lado, los rascacielos de la isla de Hong Kong; por el otro, la península de Kowloon. Es una perspectiva única de la ciudad que no se puede apreciar desde tierra firme.
Lo mejor es que el Star Ferry es tan barato que puedes permitirte hacer el viaje varias veces. Yo lo hice de día y de noche, y cada vez fue una experiencia diferente. De noche, con todas las luces encendidas, la travesía se vuelve casi mágica.
Visita al Man Mo Temple #
En medio del bullicio y la modernidad de Hong Kong, el templo de Man Mo se alza como un remanso de paz y tradición. Nada más entrar, el aroma del incienso te envuelve y te transporta a otra época. Las enormes espirales de incienso que cuelgan del techo crean una atmósfera casi mística.
Me impresionó la devoción de los fieles que acudían a rezar y a realizar ofrendas. Aunque no entendía los rituales, pude sentir la energía especial del lugar. Es fascinante ver cómo conviven la espiritualidad tradicional y la vida moderna en Hong Kong.
El templo está dedicado al dios de la literatura y al dios de la guerra, una combinación que me pareció curiosa. Las elaboradas tallas y decoraciones son un festín para la vista. Pasé un buen rato observando cada detalle y tratando de descifrar los significados ocultos en la rica iconografía del templo.
Paseo por los jardines de Nan Lian #
Descubrir los jardines de Nan Lian fue como encontrar un oasis de paz en medio de la jungla de asfalto. Estos jardines, diseñados al estilo de la dinastía Tang, son un ejemplo perfecto de la jardinería tradicional china. Nada más entrar, el ruido de la ciudad desaparece y te sientes transportado a un mundo de serenidad y belleza.
Recuerdo haber paseado por los senderos cuidadosamente diseñados, admirando los bonsáis, los estanques con carpas y los pabellones de madera. Cada rincón parece una postal, con las rocas, el agua y la vegetación en perfecta armonía. El pabellón dorado que se refleja en el estanque es especialmente fotogénico.
Lo que más me gustó fue sentarme en uno de los bancos y simplemente observar. Ver cómo los locales practican tai chi o meditan te hace entender que, a pesar del ritmo frenético de Hong Kong, sus habitantes saben apreciar estos momentos de calma y conexión con la naturaleza.
Recorrido por el barrio de Mong Kok #
Adentrarse en Mong Kok es como sumergirse en el corazón palpitante de Hong Kong. Este barrio, uno de los más densamente poblados del mundo, es un laberinto de calles estrechas llenas de vida y color. El contraste entre los edificios antiguos y los modernos centros comerciales es fascinante.
Lo que más me impresionó fueron los mercados especializados. Está el mercado de las flores, con sus explosiones de color y aroma; el mercado de los pájaros, donde los amantes de las aves compran alimento y accesorios; y el mercado de los peces dorados, un espectáculo visual con cientos de peces de colores en bolsas de plástico.
Pero mi favorito fue el mercado de las zapatillas deportivas en Fa Yuen Street. Nunca había visto tantas tiendas de zapatillas juntas. Es el paraíso para los amantes de las sneakers. Aunque no compré nada, disfruté enormemente viendo modelos que ni siquiera sabía que existían.
Experiencia en un Dim Sum tradicional #
Probar el auténtico dim sum en Hong Kong fue una de las experiencias gastronómicas más memorables de mi vida. Decidí ir a un restaurante tradicional, de esos donde las señoras pasan con carritos llenos de bambú steamers y tú eliges lo que quieres probar. La barrera del idioma hizo que fuera toda una aventura, pero mereció la pena.
Recuerdo la emoción de ir descubriendo cada plato: los har gow (empanadillas de gamba), los siu mai (dumplings de cerdo y setas), los char siu bao (bollos rellenos de cerdo al barbacoa)... Cada bocado era una explosión de sabores. Me sorprendió especialmente el cheong fun, esos rollitos de arroz rellenos que se deshacen en la boca.
Lo mejor de todo fue el ambiente. El restaurante estaba lleno de familias locales disfrutando de su comida dominical. El ruido de las conversaciones, el tintineo de los palillos y el aroma de la comida creaban una atmósfera única. Aunque era un extranjero, me sentí parte de esa tradición centenaria.
Paseo nocturno por la Avenida de las Estrellas #
La Avenida de las Estrellas es el paseo de la fama de Hong Kong, y visitarla de noche es una experiencia mágica. Situada junto al paseo marítimo de Tsim Sha Tsui, esta avenida rinde homenaje a las estrellas del cine de Hong Kong. Recuerdo haber caminado lentamente, leyendo los nombres en las estrellas del suelo y reconociendo algunos como Jackie Chan o Bruce Lee.
Pero lo que realmente hace especial este paseo es la vista. A medida que caminas, tienes ante ti el espectacular skyline de Hong Kong Island iluminado. Es una vista que quita el aliento. Me senté en uno de los bancos y me quedé allí un buen rato, simplemente contemplando las luces de la ciudad reflejadas en las aguas del puerto.
A las 8 de la noche,no te pierdas el espectáculo "Sinfonía de Luces". Los rascacielos de ambos lados del puerto se iluminan al ritmo de la música en un show que dura unos 15 minutos. Es un espectáculo gratuito que resume perfectamente la magia y la grandeza de Hong Kong.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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