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Donosti - San Sebastián

La joya del Cantábrico: donde la gastronomía se encuentra con el mar

Donosti - San Sebastián

San Sebastián, conocida como Donostia en euskera, es una ciudad que cautiva a primera vista. Enclavada en una bahía de ensueño, esta urbe vasca combina la elegancia de la Belle Époque con un ambiente relajado y una cultura gastronómica que la ha convertido en un destino de peregrinación para los amantes de la buena mesa.

Pero San Sebastián es mucho más que pintxos y estrellas Michelin; es una ciudad que invita a pasear, a disfrutar de sus playas y a sumergirse en su rica historia y cultura.

1. Paseo por La Concha #

La playa de La Concha es el corazón de San Sebastián, y un paseo por su orilla es imprescindible para captar la esencia de la ciudad. La bahía en forma de concha que le da nombre ofrece una de las vistas urbanas más hermosas de Europa.

Caminar descalzo por la arena dorada, sintiendo la brisa marina en la cara, es una experiencia que no tiene precio. Si el día acompaña, no te prives de un chapuzón en sus aguas cristalinas. Y si el tiempo no acompaña, el paseo marítimo con su icónica barandilla blanca te permitirá disfrutar del paisaje sin mojarte los pies.

2. Subida al Monte Urgull #

Para obtener la mejor panorámica de la ciudad, nada como ascender al Monte Urgull. Este pequeño promontorio, coronado por la estatua del Sagrado Corazón, ofrece vistas espectaculares de la bahía y la ciudad.

El camino de subida está salpicado de rincones sorprendentes, como antiguas baterías de defensa y miradores secretos. A medida que asciendes, la ciudad se va desplegando a tus pies como un abanico. Una vez en la cima, tómate tu tiempo para contemplar el mar Cantábrico en toda su inmensidad. Es un lugar perfecto para hacer una pausa y reflexionar sobre la belleza que nos rodea.

3. Callejeo por la Parte Vieja #

El casco antiguo de San Sebastián es un laberinto de calles estrechas llenas de vida y sabor. Aquí es donde late el corazón gastronómico de la ciudad, con sus famosos bares de pintxos.

Perderse por estas calles es una aventura para los sentidos. El olor a txuleta a la parrilla se mezcla con el aroma del txakoli recién servido. No te preocupes si te desorientas, todas las calles acaban desembocando en la Plaza de la Constitución, el antiguo coso taurino reconvertido en el salón de la ciudad. Fíjate en los números de los balcones, son vestigios de su pasado como palcos de la plaza de toros.

4. Peine del Viento de Chillida #

En el extremo occidental de la playa de Ondarreta se encuentra una de las obras más emblemáticas de Eduardo Chillida: el Peine del Viento. Este conjunto escultórico de acero es un diálogo perpetuo entre el hombre y la naturaleza.

Visitar el Peine del Viento en un día de mar embravecido es una experiencia casi mística. Las olas chocan contra las rocas y el viento silba entre las esculturas, creando una sinfonía natural que parece dar vida al acero. Es un lugar perfecto para contemplar el atardecer y reflexionar sobre nuestra pequeñez frente a la inmensidad del mar.

5. Mercado de La Bretxa #

Para entender la obsesión de los donostiarras por la gastronomía, nada como visitar el Mercado de La Bretxa. Este mercado tradicional es el lugar donde los mejores chefs de la ciudad se abastecen de productos frescos.

Pasear entre los puestos es un festín para los sentidos. Los colores de las frutas y verduras, el olor del pescado fresco, el bullicio de los vendedores... Todo contribuye a crear una atmósfera única. No dejes de probar alguna de las conservas artesanales o, si te atreves, llévate unos percebes para prepararlos en casa. Y si no sabes cómo cocinarlos, seguro que alguno de los amables vendedores te da un par de consejos.

6. Paseo por el Río Urumea #

El río Urumea serpentea por San Sebastián antes de desembocar en el mar, y sus orillas ofrecen un agradable paseo urbano. Los puentes que lo cruzan son pequeñas obras de arte que añaden encanto al recorrido.

Comenzando desde el Kursaal, camina río arriba y disfruta de la arquitectura ecléctica de la ciudad. Verás edificios de estilo Belle Époque junto a construcciones más modernas. El paseo es especialmente bonito en otoño, cuando las hojas de los árboles que bordean el río se tiñen de dorado y rojo. Si tienes suerte, podrás ver a los remeros entrenando en sus traineras, una estampa típica de la cultura vasca.

7. Visita al Aquarium #

Aunque es una de las pocas visitas de pago que te recomiendo, el Aquarium de San Sebastián merece la pena, especialmente si viajas con niños o si el tiempo no acompaña para actividades al aire libre.

Lo más impresionante es el túnel de cristal que atraviesa un enorme tanque oceanográfico. Caminar mientras los tiburones y rayas nadan sobre tu cabeza es una experiencia única. Pero más allá de los peces, el Aquarium también ofrece una interesante muestra sobre la historia marítima vasca. No dejes de visitar la recreación de un galeón del siglo XVIII, te transportará a la época dorada de los balleneros vascos.

8. Parque de Cristina Enea #

Si buscas un remanso de paz en medio de la ciudad, el Parque de Cristina Enea es tu lugar. Este parque de estilo inglés es un oasis verde poco conocido por los turistas.

Pasear por sus senderos sombreados es como adentrarse en un cuento de hadas. Los pavos reales deambulan libremente por el parque, añadiendo un toque de exotismo. Busca el estanque central, donde podrás ver patos y cisnes nadando plácidamente. Es el lugar perfecto para hacer un picnic o simplemente sentarte en un banco a leer un buen libro.

9. Barrio de Gros y playa de Zurriola #

Cruzando el río desde la Parte Vieja, te encuentras con el barrio de Gros, el área más cool y alternativa de San Sebastián. Su playa, Zurriola, es el paraíso de los surfistas locales.

Pasear por las calles de Gros es descubrir una cara diferente de la ciudad. Aquí encontrarás tiendas vintage, cafeterías hipster y galerías de arte alternativo. Si te animas, puedes tomar una clase de surf en Zurriola. Y si prefieres quedarte en tierra firme, siéntate en la arena y disfruta del espectáculo de los surfistas desafiando las olas.

10. Muelle del Paseo Nuevo #

Para terminar nuestro recorrido por San Sebastián, te propongo un paseo por el Muelle del Paseo Nuevo. Esta ruta bordeando el mar te llevará desde el Aquarium hasta el Peine del Viento.

Este paseo es especialmente emocionante los días de temporal, cuando las olas rompen contra las rocas y salpican el paseo. Ten cuidado y no te acerques demasiado al borde, pero disfruta del espectáculo de la fuerza del mar Cantábrico. A lo largo del camino encontrarás varias esculturas contemporáneas que añaden interés al paseo. Es un lugar perfecto para reflexionar sobre tu visita a esta ciudad mágica mientras contemplas el infinito horizonte marino.

Foto de perfir de Juanjo Marcos

Juanjo Marcos

Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.

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