Bilbao, la mayor ciudad del País Vasco, es un fascinante cóctel de tradición e innovación. Enclavada en un valle rodeado de verdes montañas, esta urbe ha sabido reinventarse, pasando de ser un importante centro industrial a convertirse en un referente cultural y arquitectónico.
Sus calles respiran historia, pero también pulsan con una energía moderna que cautiva a todo el que la visita.
Museo Guggenheim #
El Guggenheim es, sin duda, el símbolo por excelencia de la transformación de Bilbao. Y he tenido la suerte de ver cómo se construía y cambiaba todo a su alrededor. Sus formas curvas y su piel de titanio brillando bajo el sol del norte son realmente impresionantes. Pero no solo es espectacular por fuera; su interior alberga exposiciones de arte contemporáneo que te dejarán pensando durante días.
Recuerdo especialmente la sensación de sentirme diminuto al pasear entre las enormes esculturas de acero de Richard Serra. Y no te pierdas "Puppy", el perrito gigante cubierto de flores que guarda la entrada. Es imposible no sonreír al verlo.
Casco Viejo #
Perderse por las "Siete Calles" del Casco Viejo es como hacer un viaje en el tiempo. Este laberinto de callejuelas estrechas y edificios antiguos es el corazón histórico de Bilbao. Me encanta el ambiente que se respira aquí, especialmente los jueves, cuando se llena de gente practicando el típico "txikiteo" (ir de bar en bar tomando vinos y pintxos).
No dejes de visitar la Plaza Nueva, un espacio porticado del siglo XIX llena de actividad. Pero si te apetece un tentempié, mejor acércate a las calles María Muñoz o Santa María para vivir una experiencia más local.
Mercado de la Ribera #
¿Quieres ver el auténtico Bilbao? Entonces no te puedes perder el Mercado de la Ribera. En su momento fue el mercado cubierto más grande de Europa y un festín para los sentidos. Aún recuerdo la primera vez que entré, siendo muy niño, en la planta baja de pescado con los suelos encharcados del agua de limpiar los puestos. Todo el lugar rebosa de productos frescos: pescados recién traídos del Cantábrico, quesos de pastor, verduras de las huertas cercanas...
Pero lo mejor es que no solo puedes comprar, también puedes comer. En la primera planta hay varios bares donde preparan pintxos y raciones con los productos del mercado. Sentarse ahí con una cerveza fresquita y un pintxo de bacalao, viendo el ir y venir de la gente, es una de mis actividades favoritas en Bilbao. Aunque últimamente ha perdido casi todo su carácter local.
Paseo por la ría #
La ría del Nervión es el eje sobre el que se articula Bilbao, y dar un paseo por sus orillas es una forma estupenda de conocer la ciudad. Te recomiendo empezar en el Arenal, junto al Casco Viejo, y caminar hacia el Guggenheim. Es increíble ver cómo la ciudad va cambiando a medida que avanzas.
En este recorrido te encontrarás con algunas de las joyas arquitectónicas de Bilbao, como el Ayuntamiento o la Universidad de Deusto. Pero lo que más me gusta es observar cómo los bilbaínos hemos hecho nuestra la ría: verás a gente haciendo deporte, paseando con sus perros o simplemente sentada en los bancos disfrutando del sol (cuando sale, claro, que estamos en el norte).
Funicular de Artxanda #
Si quieres tener la mejor panorámica de Bilbao, tienes que subir al monte Artxanda. Y qué mejor manera de hacerlo que en su histórico funicular. Cada vez que subo, me siento como un niño esperando para montar en una atracción. El trayecto apenas dura tres minutos, pero las vistas desde arriba son espectaculares.
Una vez en la cima, puedes pasear por el parque, hacer un picnic o simplemente sentarte en uno de los miradores a contemplar la ciudad. Es precioso ver cómo Bilbao se extiende por el valle, con el Guggenheim brillando a lo lejos y las montañas verdes como telón de fondo. Si tienes suerte y el día está despejado, incluso podrás ver el mar.
Plaza de Arriquibar y Azkuna Zentroa #
La Plaza de Arriquibar es otro ejemplo perfecto de cómo Bilbao ha sabido reinventarse. Este espacio urbano es ahora una zona moderna y dinámica. Lo que más me llama la atención es el contraste entre los edificios antiguos y las nuevas construcciones.
El protagonista indiscutible de la plaza es el Azkuna Zentroa, conocido popularmente como "La Alhóndiga". Este antiguo almacén de vinos fue reconvertido por Philippe Starck en un centro cultural multidisciplinar. Cada vez que entro, me quedo embobado mirando las 43 columnas que sostienen el edificio, todas diferentes entre sí. Es un lugar ideal para tomar algo en su azotea, ver una exposición o simplemente sentarse a leer en su impresionante atrio.
Parque de Doña Casilda #
Si el bullicio de la ciudad te supera, puedes escaparte al Parque de Doña Casilda. Este pulmón verde en pleno centro de Bilbao es el lugar perfecto para desconectar. Me encanta sentarme en un banco junto al estanque y ver a las familias dando de comer a los patos (aunque no deberíamos hacerlo, lo sé,pero es una tradición que se mantiene desde que yo era pequeñito).
El parque tiene un aire romántico, con sus paseos arbolados, sus fuentes y su pérgola. En primavera, cuando los cerezos están en flor, parece sacado de un cuadro. Y si te apetece un poco de cultura, el Museo de Bellas Artes está justo al lado. Su colección de arte es realmente interesante.
Iglesia de San Antón y Puente del mismo nombre #
La Iglesia de San Antón y su puente son quizás la imagen más emblemática del viejo Bilbao. Aparecen incluso en el escudo de la ciudad, así que ya te puedes imaginar su importancia. Cada vez que paso por allí, me gusta imaginar cómo sería la vida en el Bilbao medieval, cuando la ría llegaba hasta este punto y el puente era la principal entrada a la villa.
La iglesia, con su mezcla de estilos gótico y renacentista, tiene un aire imponente. Y el puente, aunque ya no es el original, conserva todo su encanto. Me encanta cruzarlo al atardecer, cuando las luces de la ciudad empiezan a encenderse y se reflejan en las aguas de la ría.
Zona de Abandoibarra #
Abandoibarra es el ejemplo perfecto de la transformación de Bilbao. Donde antes había astilleros y muelles industriales, ahora hay un paseo junto a la ría lleno de zonas verdes y edificios vanguardistas. Es mi ruta favorita para hacer running, pero también es genial para un paseo tranquilo.
En este recorrido te encontrarás con varias esculturas al aire libre (no te pierdas el "Puppy" de Jeff Koons frente al Guggenheim), la torre Iberdrola (el edificio más alto del País Vasco) y la Universidad de Deusto. Y si te apetece hacer unas compras, el centro comercial Zubiarte está justo ahí. Pero lo que más me gusta es sentarme en el césped del parque de la Campa de los Ingleses y ver pasar la vida bilbaína.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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