Plaza del Gas

La Plaza del Gas, ubicada en el corazón de Bilbao, es un testimonio vivo de la transformación urbana de la ciudad. Este espacio, que toma su nombre de la antigua fábrica de gas que allí se encontraba, se ha convertido en un punto de encuentro que fusiona el pasado industrial de la villa con su presente dinámico y cosmopolita.

Situada estratégicamente entre el Ayuntamiento y el Parque Etxebarria, la plaza es hoy un ejemplo perfecto de cómo Bilbao ha sabido reinventarse sin perder su esencia.

Historia y transformación #

La historia de la Plaza del Gas se remonta a 1846, cuando se inauguró la primera fábrica de gas que abasteció a Bilbao. Esta instalación supuso un gran avance en el alumbrado de la villa, marcando el inicio de una nueva era en la iluminación urbana. La sociedad para la iluminación a gas de Bilbao fue la impulsora de este proyecto que cambiaría para siempre el paisaje nocturno de la ciudad.

En 1885, el Ayuntamiento asumió el control del servicio, manteniendo su funcionamiento durante más de un siglo. La fábrica fue testigo de la evolución de Bilbao, desde sus días como centro industrial hasta su transformación en una ciudad de servicios y cultura. Finalmente, en 1995, la fábrica cerró sus puertas, marcando el fin de una era.

Tras el cierre, el espacio cayó en desuso, convirtiéndose en un simple aparcamiento en superficie. Sin embargo, entre 1990 y 2002, la plaza encontró una nueva vida efímera como escenario para los conciertos de la Aste Nagusia, las fiestas de Bilbao. Durante estos años, la plaza fue testigo de memorables actuaciones musicales que quedaron grabadas en la memoria colectiva de los bilbaínos.

El verdadero cambio llegó en febrero de 2003, cuando se firmó un acuerdo entre el Ayuntamiento y los promotores UTE Bami-Jaureguizahar para reordenar la zona. Este ambicioso proyecto de regeneración urbana buscaba recuperar este espacio clave para la ciudad, convirtiéndolo en un nexo entre el centro histórico y las nuevas áreas de desarrollo.

Arquitectura y diseño actual #

El proyecto de renovación, culminado en octubre de 2007, fue obra de un equipo de arquitectos compuesto por José Aguilar García, Inés Hernández Massobrio, Matías Varona Peña y Álvaro Cordero Iturregui. Su visión transformó radicalmente el espacio, creando una plaza moderna que, sin embargo, no olvida sus raíces industriales.

La nueva Plaza del Gas se concibió como un corredor natural entre el Parque Etxebarria y la Ría, integrando elementos modernos con guiños a su pasado. El diseño incluye:

1. Bloques de viviendas: A ambos lados de la plaza se erigieron nuevos edificios residenciales, con un total de 211 viviendas. Estos bloques se integran armoniosamente con el entorno, respetando la estética de la zona.
2. Aparcamiento subterráneo: Se construyó un amplio aparcamiento con capacidad para 950 plazas, distribuidas entre vecinos de los nuevos pisos, residentes del entorno y plazas reservadas por el Ayuntamiento. Esta solución permitió liberar el espacio en superficie para el disfrute de los ciudadanos.
3. Locales comerciales y oficinas: El proyecto incluyó 4.000 metros cuadrados dedicados a espacios comerciales y de oficinas, contribuyendo a la dinamización económica de la zona.
4. Plaza central: El corazón del proyecto es una amplia plaza con soportales, que recuerda a la emblemática Plaza Nueva de Bilbao, aunque con una forma más rectangular. Con unas dimensiones aproximadas de 110 metros de largo por 50 de ancho, este espacio se ha convertido en un lugar de encuentro y descanso para los bilbaínos.
5. Conexión con el Parque Etxebarria: Uno de los mayores retos del proyecto fue salvar el desnivel de 47 metros hasta el Parque Etxebarria. Para ello, se diseñó una ingeniosa rampa de acceso y se habilitaron senderos que permiten una subida cómoda, conectando así dos espacios urbanos fundamentales para la ciudad.

Puntos de interés y actividades #

La Plaza del Gas no es solo un espacio de tránsito, sino un lugar lleno de vida y actividades que la convierten en un destino en sí misma:

• Área deportiva: Inaugurada en enero de 2009, esta zona de 2.500 metros cuadrados es un auténtico pulmón deportivo en el centro de la ciudad. Cuenta con una pista multideportiva donde se puede practicar fútbol sala, baloncesto, balonmano y voleibol. Además, dispone de dos mesas de ping-pong y un circuito para correr de 130 metros de longitud. Para los mayores, se han instalado seis aparatos de ejercicio que permiten realizar estiramientos y otras actividades físicas.
• Conexión con la Avenida Zumalacarregui: Un elegante paseo con barandillas permite acceder a esta importante vía, mejorando la conectividad de la plaza con el resto de la ciudad. Este paseo ofrece, además, interesantes vistas sobre la plaza y el entorno urbano.
• Espacios verdes y de descanso: La plaza incorpora zonas ajardinadas y áreas de descanso con bancos, que invitan a disfrutar del aire libre en pleno centro urbano. Estos espacios verdes no solo embellecen la zona, sino que también contribuyen a mejorar la calidad del aire y el bienestar de los ciudadanos.
• Kokken: En los bajos de los edificios que rodean la plaza se encuentra Kokken, un templo gastronómico que ha añadido un toque de sofisticación culinaria a la zona. Este restaurante, cuyo nombre significa "cocina" en danés, fusiona la estética nórdica con la calidez de la cocina local, ofreciendo una experiencia gastronómica única en Bilbao.

Eventos y cultura #

La Plaza del Gas ha recuperado parte de su antiguo espíritu festivo, convirtiéndose en un escenario ocasional para eventos culturales:

• Teatro de calle: Durante la Aste Nagusia, la plaza acoge representaciones de teatro callejero, manteniendo viva la tradición de ser un espacio de entretenimiento durante las fiestas de la ciudad.
• Exposiciones al aire libre: A lo largo del año, la plaza sirve como escenario para diversas exposiciones temporales, desde fotografía hasta escultura, aprovechando su amplitud y su ubicación céntrica.
• Mercados temáticos: Ocasionalmente, la plaza alberga mercados de artesanía, productos locales o temáticos, que atraen tanto a residentes como a turistas.

Impacto en el entorno #

La renovación de la Plaza del Gas ha tenido un efecto catalizador en la zona:

• Revalorización del área: La transformación ha impulsado la rehabilitación de edificios cercanos, como los seis portales de la Plaza Ernesto Erkoreka, mejorando el aspecto general del barrio.
• Mejora de la movilidad: La nueva configuración ha facilitado la conexión peatonal entre diferentes áreas de la ciudad, promoviendo un estilo de vida más saludable y sostenible.
• Atracción de nuevos negocios: La presencia de locales comerciales y la afluencia de gente han atraído nuevos negocios a la zona, dinamizando la economía local.

Un legado para el futuro #

La Plaza del Gas es mucho más que un espacio público renovado; es un símbolo de la capacidad de Bilbao para reinventarse. Al conservar el nombre que recuerda su pasado industrial mientras abraza un diseño moderno y funcional, la plaza se ha convertido en un punto de referencia que une el Bilbao de ayer con el de hoy.

Este espacio encarna la filosofía de regeneración urbana que ha caracterizado a Bilbao en las últimas décadas: respetar el pasado mientras se mira hacia el futuro. La plaza no solo ha recuperado un espacio para los ciudadanos, sino que ha creado un nuevo centro de gravedad en la ciudad, un lugar donde la historia, la cultura, el deporte y la gastronomía se dan la mano.

Visitar la Plaza del Gas es sumergirse en la historia viva de Bilbao, experimentar su presente vibrante y vislumbrar el futuro prometedor de una ciudad en constante evolución. Ya sea para hacer deporte, disfrutar de la gastronomía local, participar en eventos culturales o simplemente pasear y relajarse, este espacio ofrece una experiencia única que ningún visitante de Bilbao debería perderse.

La Plaza del Gas es, en definitiva, un testimonio del éxito de Bilbao en su transformación urbana, un ejemplo de cómo las ciudades pueden evolucionar respetando su pasado y un lugar que invita a ser descubierto y disfrutado por todos los que visitan la capital vizcaína.