El pasado sábado 10 de diciembre, decidí acercarme al Guggenheim Bilbao para ver "Immersions", el espectáculo que han montado para celebrar el 25 aniversario del museo.
Como fan del arte y la tecnología, tenía curiosidad por ver cómo se las habían ingeniado para superar el impresionante "Reflections" del 20 aniversario. Spoiler alert: no lo consiguieron, pero aun así, la experiencia tuvo sus momentos.
Llegué al museo justo a tiempo para el pase de las 21:10. El Atrio, que de por sí ya es un espacio impresionante, estaba preparado para el espectáculo. El estudio británico 59 Productions, los mismos que crearon "Reflections", estaban detrás de este nuevo show. Teniendo en cuenta su currículum (han trabajado para la Torre de Londres y la Ópera de Sídney, entre otros), mis expectativas eran altas.
Cuando empezó el espectáculo, debo admitir que los primeros minutos fueron bastante impactantes. Las proyecciones aprovechaban las formas curvas del Atrio, diseñadas por Frank Gehry para "capturar la luz", creando efectos visuales interesantes. Vi imágenes que narraban la historia de Bilbao y del museo, desde los días de los Altos Hornos hasta la transformación de la ciudad.
Sin embargo, a medida que avanzaba el show, me di cuenta de que faltaba algo. Sí, técnicamente era impecable, pero no terminaba de engancharme emocionalmente. Echaba de menos la espectacularidad de "Reflections", que realmente te hacía sentir parte de la historia de la ciudad.
Hubo momentos destacables, como cuando las paredes parecían derretirse o cuando las esculturas icónicas del museo cobraban vida en las proyecciones. La música y el sonido estaban bien sincronizados con las imágenes, lo que ayudaba a la inmersión. Pero en general, sentí que el espectáculo se quedaba un poco corto en cuanto a narrativa y emoción.
Los 20 minutos que duró "Immersions" pasaron rápido, eso sí. Cuando terminó, me quedé un rato reflexionando sobre lo que acababa de ver. ¿Fue una experiencia interesante? Sí. ¿Imprescindible o única? No tanto.
Salí del museo con sentimientos encontrados. Por un lado, aprecio el esfuerzo del Guggenheim por seguir innovando y ofreciendo experiencias diferentes. Por otro, no pude evitar sentir que esta vez se habían quedado un poco cortos, especialmente si lo comparamos con "Reflections".
En resumen, "Immersions" es un espectáculo correcto, técnicamente bien ejecutado, pero que no llega a ser tan impactante como uno esperaría para una celebración de 25 años. Si eres fan del museo o te interesan este tipo de instalaciones audiovisuales, probablemente lo disfrutarás. Pero si te lo perdiste, tampoco te has perdido algo extraordinario.
El Guggenheim lleva un cuarto de siglo transformando Bilbao y sorprendiéndonos. Aunque esta vez no hayan dado en el clavo del todo, estoy seguro de que seguirán innovando. Y yo, por supuesto, seguiré atento a sus próximas propuestas. Quién sabe, quizás para el 30 aniversario nos dejen boquiabiertos de nuevo.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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