Estación de Abando Indalecio Prieto
Un tesoro arquitectónico en el corazón de Bilbao
Si alguna vez te encuentras en el centro de Bilbao, es casi imposible que no te topes con la majestuosa Estación de Abando Indalecio Prieto. Ubicada estratégicamente junto a la Gran Vía y la bulliciosa Plaza Circular, esta estación no es solo un punto de partida y llegada para viajeros, sino un auténtico monumento que encapsula la historia, el arte y la esencia misma de la capital vizcaína.
Al acercarte a este imponente edificio, lo primero que llamará tu atención será su fachada monumental, un testimonio silencioso de tiempos pasados que ha sabido adaptarse a la modernidad sin perder un ápice de su encanto original. Pero no te dejes engañar por su apariencia exterior, pues el verdadero espectáculo te espera dentro.
Un viaje en el tiempo: Historia y evolución #
La historia de la Estación de Abando se remonta a mediados del siglo XIX, concretamente a 1863, cuando se inauguró la primera terminal ferroviaria en este emplazamiento. En aquella época, Bilbao estaba en plena expansión industrial y necesitaba una conexión ferroviaria eficiente con el interior de la península. Así nació la primitiva estación, un modesto edificio que pronto se quedó pequeño para las ambiciones de la villa.
Pasaron los años y Bilbao siguió creciendo. La pequeña estación de 1863 ya no daba abasto para el tráfico de viajeros y mercancías que llegaban a diario. Fue entonces cuando se decidió construir una nueva estación, más grande y acorde con la importancia que había adquirido la ciudad. Las obras comenzaron en 1941, en plena posguerra, y no fue hasta 1948 cuando la nueva Estación de Abando abrió finalmente sus puertas al público.
El encargado de diseñar este nuevo templo ferroviario fue el arquitecto Ildefonso Fungairiño Nebot, quien optó por un estilo neoherreriano, muy en boga en la arquitectura oficial de la época franquista. El resultado fue un edificio imponente, con una estructura en forma de U que se eleva hasta las cinco plantas de altura en algunos puntos. Fungairiño supo combinar la funcionalidad necesaria para una estación de tren con elementos decorativos que dotaron al edificio de un aire monumental y señorial.
Una sinfonía de vidrio y luz: La vidriera monumental #
Si la fachada exterior de la Estación de Abando es impresionante, espera a ver lo que te aguarda en su interior. Nada más entrar, tus ojos se verán irremediablemente atraídos hacia la espectacular vidriera que preside el vestíbulo principal. Esta obra de arte, que bien podría adornar cualquier catedral, es el verdadero corazón de la estación.
La vidriera, realizada en 1948 por la Unión de Artistas Vidrieros de Irún, es una auténtica sinfonía de colores y formas. Con sus imponentes dimensiones de 15 metros de ancho por 10 de alto, está compuesta por nada menos que 301 piezas de vidrio policromado. Cada una de estas piezas fue cuidadosamente diseñada siguiendo los bocetos del pintor Gaspar Montes Iturrioz, un artista irundarra que supo captar a la perfección la esencia de Bilbao y Vizcaya.
Al contemplar la vidriera, te encontrarás inmerso en un fascinante recorrido visual por la historia y la cultura de la región. Verás representadas escenas de la vida cotidiana, de la potente industria que forjó la riqueza de Bilbao, de los deportes tradicionales vascos y de los lugares más emblemáticos de la villa. La Basílica de Begoña, el Puente de San Antón, los altos hornos que una vez dominaron el paisaje de la ría... todos están ahí, inmortalizados en vidrio y color.
En el centro de esta composición, presidiendo la escena como un vigilante eterno, se encuentra un gran reloj. Es como si el artista quisiera recordarnos que, a pesar de toda la belleza que nos rodea, en una estación de tren el tiempo siempre es el rey.
Más allá de los trenes: Un espacio vivo y cambiante #
La Estación de Abando es mucho más que un lugar de paso para viajeros apresurados. Con el paso de los años, se ha convertido en un auténtico espacio multifuncional que late al ritmo de la ciudad.
En la década de 1980, la estación vivió uno de los momentos más críticos de su historia. Las devastadoras inundaciones que asolaron Bilbao en 1983 no perdonaron a este emblemático edificio. El agua y el barro invadieron sus instalaciones, causando daños considerables. Sin embargo, de esta catástrofe surgió la oportunidad de renovar y modernizar la estación.
Durante las obras de restauración, se decidió incorporar un toque de arte contemporáneo al conjunto. Fue así como llegaron a la estación las esculturas de Agustín Ibarrola, uno de los artistas vascos más reconocidos del siglo XX. Estas piezas, de líneas modernas y formas abstractas, contrastan de manera fascinante con la arquitectura clásica del edificio, creando un diálogo entre lo antiguo y lo nuevo que no deja indiferente a nadie.
Pero la evolución de la Estación de Abando no se detuvo ahí. En los años 90, se llevó a cabo una importante remodelación que transformó parte del edificio en un centro comercial. Hoy en día, junto a las taquillas y las vías, puedes encontrar tiendas de moda, cafeterías y restaurantes. Es como si un pedacito de la vida urbana de Bilbao se hubiera colado dentro de la estación, convirtiéndola en un destino en sí misma, más allá de su función como nodo de transporte.
Un nombre controvertido y un futuro prometedor #
En 2006, la estación vivió otro cambio significativo, aunque esta vez no en su estructura física sino en su denominación. El Ministerio de Fomento, propietario de la estación a través de Adif, decidió rebautizarla como "Estación de Abando Indalecio Prieto", en honor al político socialista bilbaíno. Esta decisión, tomada de forma unilateral y sin consultar con las autoridades locales, generó cierta controversia en su momento. De hecho, el entonces alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, llegó a hacer un llamamiento a la ciudadanía para que no utilizara el nuevo nombre.
A pesar de la polémica, el nombre se mantuvo y hoy en día es la denominación oficial de la estación. Sin embargo, para muchos bilbaínos sigue siendo simplemente "la estación de Abando" o incluso "la estación del Norte", como se la conocía antiguamente.
Mirando hacia el futuro, la Estación de Abando se prepara para afrontar nuevos desafíos y oportunidades. El más importante de ellos es, sin duda, la llegada del Tren de Alta Velocidad (TAV) a Bilbao. Este proyecto supondrá una transformación radical no solo de la estación, sino de todo su entorno urbano.
Los planes actuales contemplan el soterramiento de las vías y la creación de una nueva estación subterránea que albergará los servicios de alta velocidad. Sobre ella, en el espacio que ahora ocupan las vías, se proyecta un gran parque urbano que dotará a esta zona de Bilbao de un nuevo pulmón verde. Será, sin duda, la mayor transformación que haya vivido la Estación de Abando en toda su historia.
Una visita imprescindible #
Ya sea que llegues a Bilbao en tren o que simplemente estés paseando por el centro de la ciudad, la Estación de Abando Indalecio Prieto merece, sin duda, una visita. Es mucho más que una estación de tren: es un museo de arquitectura y arte, un punto de encuentro y, sobre todo, un testigo privilegiado de la historia de Bilbao.
Al cruzar sus puertas, tómate un momento para admirar la majestuosa vidriera. Observa cómo la luz del día juega con sus colores, creando un espectáculo diferente en cada visita. Pasea por sus andenes y imagina cómo era la vida en aquellos primeros años, cuando los trenes de vapor llegaban cargados de viajeros y mercancías. Siéntate en una de sus cafeterías y observa el ir y venir de la gente, una auténtica sinfonía urbana en movimiento.
La Estación de Abando Indalecio Prieto es, en definitiva, un trozo de Bilbao en estado puro. Un lugar donde el pasado y el presente se dan la mano, y donde el futuro ya empieza a asomar. No te la puedes perder.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
Reflexiones Itinerantes
Un espacio donde las experiencias de viaje inspiran pensamientos más allá de los destinos. Aquí exploramos temas diversos relacionados con el mundo del viajero, desde perspectivas únicas hasta ideas que nos hacen repensar nuestra forma de viajar.
Itinerario destacado
Hamburgo
Hamburgo, la segunda ciudad más grande de Alemania, es el escenario de este viaje de cinco días en octubre / noviembre de 2023. Esta escapada urbana ofreció una mezcla fascinante de historia hanseática y modernidad cosmopolita, desde los canales del Speicherstadt hasta la vibrante vida nocturna de St. Pauli, capturando la esencia de esta dinámica metrópolis portuaria.
Esenciales Urbanos
A lo largo de mis viajes, he descubierto que cada ciudad tiene un latido único, una esencia que la define. En 'Esenciales Urbanos', comparto contigo esos momentos y lugares que, para mí, capturan el alma de cada destino que he explorado.
Descubre todos mis Esenciales Urbanos