Bilborock

En el corazón histórico de Bilbao, junto al Casco Viejo y a orillas de la ría, se alza un edificio que esconde una sorprendente dualidad. A primera vista, su fachada barroca evoca tiempos pasados y devociones religiosas. Sin embargo, al cruzar sus puertas, el visitante se sumerge en un mundo vibrante de música, cultura y juventud.

Bienvenidos a Bilborock, un espacio único que encarna la perfecta fusión entre el patrimonio histórico y la vanguardia cultural de la capital vizcaína.

Una iglesia reconvertida en templo del rock #

La historia de Bilborock es tan fascinante como el propio edificio. Originalmente construido como la Iglesia de la Merced en el siglo XVII, este templo barroco fue obra de los arquitectos Antonio Ortiz de Calina y Francisco de Elorriaga. Su estructura, que aún hoy se puede apreciar, destaca por la cúpula del crucero sobre pechinas y el conjunto de arcuaciones y bóvedas que le dan forma.

En el siglo XVIII, el edificio fue objeto de una importante reforma a manos de José de Recolalde y Pedro de Larrina, quienes se encargaron de reconstruir las cubiertas, bóvedas e interiores. También en este siglo se completó la fachada con la característica espadaña que hoy en día sigue coronando el edificio.

De lo sagrado a lo profano: el nacimiento de Bilborock #

El destino de este templo dio un giro inesperado a finales de los años 70 del siglo XX, cuando la iglesia fue desacralizada. Tras años de incertidumbre y propuestas infructuosas para su nuevo uso, el Ayuntamiento de Bilbao tomó una decisión audaz: convertir el antiguo templo en un espacio cultural dedicado a la música y las artes.

Así, el 7 de abril de 1997, Bilborock abrió sus puertas al público, marcando el inicio de una nueva era para este emblemático edificio. La transformación fue radical: el austero interior barroco dio paso a una sala polivalente equipada con la última tecnología en sonido e iluminación, capaz de albergar conciertos, obras de teatro, proyecciones de cine y todo tipo de eventos culturales.

Un cuarto de siglo de cultura y música #

Desde su inauguración, Bilborock se ha convertido en un referente cultural no solo para Bilbao, sino para toda la escena musical y artística del País Vasco. En sus 25 años de historia, ha acogido más de 6.500 eventos, recibiendo a más de 1.300.000 espectadores. Aunque es conocido principalmente por sus conciertos, que representan el 35% de su programación, Bilborock es mucho más que una sala de música.

El espacio cuenta con una sala polivalente principal, una sala LAB para actividades de pequeño formato y siete salas de ensayo que han visto pasar a más de 300.000 músicos. Entre sus paredes han ensayado bandas que luego alcanzaron la fama, como Platero y Tú con Fito Cabrales.

Uno de los eventos más emblemáticos de Bilborock ha sido el Concurso Pop-Rock Villa de Bilbao, que ha servido de trampolín para numerosos artistas locales y nacionales. Nombres como Audience, We Are Standard, Zea Mays o El Columpio Asesino dieron sus primeros pasos en este escenario.

Más allá de la música #

Aunque la música es el alma de Bilborock, su programación abarca un amplio espectro de disciplinas artísticas. Teatro, danza, cine, moda, presentaciones literarias y audiovisuales, charlas y talleres tienen cabida en este versátil espacio. Festivales como Caóstica, Bideo-klippa!, Damba Festival o Femme han encontrado en Bilborock su hogar, demostrando la capacidad del centro para adaptarse a las nuevas tendencias y necesidades culturales.

Un símbolo de la transformación de Bilbao #

Bilborock no solo es un espacio cultural, sino también un símbolo de la transformación que ha experimentado Bilbao en las últimas décadas. Su ubicación estratégica, en el límite entre el Casco Viejo y el barrio de San Francisco, ha contribuido a revitalizar una zona que en los años 90 presentaba cierta degradación. Hoy, Bilborock es un puente entre el Bilbao tradicional y el moderno, atrayendo a visitantes y artistas de todas las edades y estilos.

Visita Bilborock #

Si visitas Bilbao, no puedes dejar de acercarte a Bilborock. Incluso si no coincide con ningún evento, vale la pena admirar su fachada barroca y imaginar el contraste entre su aspecto exterior y la efervescencia cultural que alberga en su interior. Y si tienes la suerte de que tu visita coincida con algún concierto o actividad, no dudes en entrar: vivirás una experiencia única en un espacio que respira historia y vanguardia a partes iguales.

Bilborock es, sin duda, uno de esos lugares que hacen única a una ciudad. Un espacio donde el pasado y el presente se dan la mano, donde la arquitectura barroca convive con los acordes del rock, y donde la cultura es el lenguaje universal que une a bilbaínos y visitantes. En definitiva, un imprescindible en tu visita a la capital vizcaína.